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lunes, 20 de septiembre de 2010

ABUELAS DE LA PLAZA DE MAYO RECUPERAN A SU NIETO N°102

Sin duda, 1976 fue un año terrible para la Argentina por la repercusión de los hechos que se produjeron. El 24 de marzo de ese año, marca un hito en la historia de ese país y de la lucha por los derechos humanos en el mundo. Ese día, una junta militar encabezada por el general Jorge Rafael Videla, padre de 7 hijos, derrocó a la Presidenta María Estela Martínez de Perón quien había sucedido al lider justicialista, Juan Domingo Perón, tras su fallecimiento el 1 de julio de 1974. Así se dio inicio al autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.

El pronunciamiento militar estuvo precedido por un clima de extrema violencia interna, surgimiento de grupos paramilitares extremistas de derecha e izquierda, crisis internacional del petróleo y una catástrofe económica interna. 9 meses antes, el general Augusto Pinochet había derrocado, violentamente, al presidente Salvador Allende en Chile. Videla fue reemplazado por Roberto Eduardo Viola en  marzo de1981 y éste es depuesto, en diciembre del mismo año, por Leopoldo Galtieri quien llevó a su país al descalabro en Las Malvinas, dejando el poder a los civiles en diciembre de1983 con Raúl Alfonsín como Presidente.

En el septenato dictatorial, las violaciones a los derechos humanos  fueron frecuentes y sistemáticas; el plan de represión de la oposición política e ideológica, combatida como subversión fue uno de los elementos claves en la imposición y desarrollo del proceso. Esos años estuvieron signados por la supresión del derecho a la defensa, los encarcelamientos extrajudiciales, las torturas y los asesinatos de opositores. Las cifras estimadas de las víctimas de la represión superan las 30,000 personas. Es en ese contexto que se dan los más atroces casos de secuestros de niños y jóvenes embarazadas, se instauran maternidades clandestinas como las de Campo de Mayo, Escuela de Mecánica de la Armada, Pozo de Banfield, etc.,  se establece un comercio de niños con la existencia de listas de familias de militares en "espera" de un alumbramiento en esos centros encubiertos, generando una empresa de tráfico de menores desde el centro mismo del poder. Estas criaturas eran registradas como hijos legítimos de los militares, en algunos casos vendidos o abandonados en algún centro de caridad. En todo caso, fueron centenares privados de estar en sus familias, de su propia identidad y de sus elementales derechos civiles.

Es así como surgen las "Abuelas de Plaza de Mayo", una ONG que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias a los niños raptados y desaparecidos por la opresión política. Igual que el resto de la sociedad argentina, propugnan crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños, exigiendo castigo a todos los responsables. El amor por sus hijos y nietos, las convirtieron en íconos de la lucha civil por las libertades de su país y tuvieron una titánica labor de búsqueda, indagaciones, pesquisas y presencia en la etapa judicial. Han logrado la creación de un Banco de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, donde figuran los mapas genéticos de todas las familias que tienen niños desaparecidos. Hoy tienen un espacio en el campo de los derechos humanos,  siendo reconocidas en el mundo entero por su valiente labor.

El indesmayable trabajo de estas abnegadas matronas ha sido recompensado, una vez más, con la aparición de un hombre de 32 años, hijo de desaparecidos en la dictadura militar y nacido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), se convirtió en la víctima número 102 del robo de bebés, que recupera su verdadera identidad. El es un abogado, hijo del matrimonio conformado por María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein, ambos oriundos de Bahía Blanca, miembros de la organización "Montoneros" y  secuestrados por la dictadura el 15 de mayo de 1977 en Hurlingham, en el oeste del conurbano bonaerense. Ambos pasaron por la comisaría 3 de Castelar y el campo de concentración denominado "Mansión Seré", que era administrado por la Fuerza Aérea.
A María Graciela, que estaba embarazada de 4 meses al momento de su secuestro, cuando se encontró a término para dar a luz la trasladaron al campo de concentración Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y allí, en cautiverio, tuvo a su hijo. Luego a la madre y al padre los ejecutaron en forma sumarísima fingiendo un enfrentamiento de guerrilleros con militares.
El oficial de la Fuerza Aérea Juan Carlos Vázquez Sarmiento está acusado de la apropiación e inscripción con nombre falso del bebé en una causa penal y se halla prófugo de la justicia.
La abuela luchadora que trabajó sin desmayo es Nelly Cecilia Wuiovich de Tauro,  de 86 años y madre de María Graciela, quien no quiere revelar la verdadera identidad de su nieto.

Las Abuelas de Plaza de Mayo calculan que aún restan otras 400 personas en situación similar y por recuperar su identidad.

La presidenta de la Asociación Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, es madre de Laura Estela Carlotto, secuestrada en noviembre de1977 con 3 meses de embarazo, siendo estudiante de Historia en la Universidad de La Plata y perteneciente a la Juventud Universitaria Peronista del movimiento Montonero. Fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha hasta el parto producido en el Hospital Militar de Buenos Aires en  junio de 1978. El niño se encuentra desaparecido. En abril de 1978, Estela de Carlotto comenzó a participar en las actividades de las Abuelas de Plaza de Mayo. El 25 de agosto de 1978 fue convocada por los militares y le fue entregado el cadáver de esa hija.

Desde entonces busca y reclama la aparición de su nieto y se ha convertido en la presidenta histórica de la Asociación. Ella misma ha contado lo siguiente: Laura en el cautiverio dijo: “Mi mamá no les va a perdonar a los milicos lo que me están haciendo. Y los va a perseguir mientras tenga vida”. Lo cual significaba que me conocía más que yo misma porque yo no era mujer heroica. Nunca había participado en nada. Era una mujer de un origen de clase media baja, criada en épocas dulces si se quiere; nunca me iba a imaginar que iba a seguir toda mi vida a esto.

Sólo el inigualable amor de madres y su tenacidad por recuperar a sus hijos y nietos desaparecidos podría haber conseguido la proeza de encontrar a 102 personas y seguir luchando por 400 más.

2 comentarios:

  1. Estas mujeres le dieron una leccion al mundo, a los argentinos y sobre todo a los genocidas. No habrá lugar del mundo en el que se puedan esconder ni refugiar. Ya que no tienen conciencia ni alma, el largo brazo de la justicia los encontrará. Nunca más Videla, Pinochet, Strossner, Franco, Fujimori ni Chávez caminarán impunemente por el mundo.

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  2. Es verdad José, los criminales de todos los signos y credos deben ser perseguidos donde quiera que estén. Los de derecha e izquierda. Los que hablan del pueblo y los que no lo mencionan. Los civiles y los uniformados. Los creyentes y los ateos. Todos los que torturen, mutilen, secuestren y maten, deben parar en la cárcel, ese es su destino.

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