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martes, 28 de septiembre de 2010

ORTEGA QUIERE SER EL CHÁVEZ NICARAGUENSE

Cada vez se parece más Daniel Ortega a Hugo Chávez- En esta ocasión, magistrados sandinistas,  resolvieron a favor del presidente de la República de su país. Daniel Ortega, el recurso de conflicto de competencia entre el Ejecutivo y el Legislativo, que fue presentado por la diputada sandinista Alba Palacios, a raíz de la emisión del decreto 3- 2010.
 En este decreto Ortega prorroga en sus cargos a las de autoridades de instituciones y poderes del Estado, a quienes se les venció ya su periodo en este año 2010.
 De esta manera los sandinistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) avalan el decreto de Ortega, quien usurpó funciones de la Asamblea Nacional para emitir el decreto ya que solo el Legislativo puede nombrar autoridades. La sentencia de este recurso se basa sobre la ilegal publicación de una nueva edición de la Constitución Politíca que hicieron los diputados sandinistas de la Asamblea y en la que aparece el segundo párrafo del artículo constitucional 201 el cual era transitorio y ya no tiene validez, según han criticado los opositores del Gobierno.

De esta forma, los magistrados sandinistas y conjueces dejan vigentes en sus cargos a los 25 funcionarios, a quienes se les había vencido su período laboral, entre los que destacan magistrados del Consejo Supremo Electoral, del Poder Judicial, funcionarios de la Superintencia de Bancos, entre otras instituciones.
Entre los argumentos a la sentencia de este recurso, los magistrados y conjueces se basan en la publicación de una nueva edición de la Constitución Politíca que hicieron los diputados sandinistas del Parlamento, en la cual aparece el segundo párrafo del artículo constitucional 201, que faculta transitoriamente a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Consejo Supremo Electoral, y demás funcionarios públicos, a mantenerse en sus cargos en tanto no fueran electos sus sucesores en el Parlamento.

Esta medida se asemeja a las que han tomado antes, algunos dictadores que planeaban perpetuarse en el poder y ejercer el control absoluto de las instituciones jurisdiccionales de sus naciones. Con un poder absoluto en sus manos, resultaba más sencillo acallar a sus opositores y neutralizar cualquier disidencia. Esta acción se complementaba con un enorme aparato propagandístico que sistemáticamente intenta lavar el cerebro de los habitantes de sus países buscando hacerles creer que su presidente es un ser predestinado para conseguir la felicidad plena de los ciudadanos y que ésta tarda en llegar por una conjura de la oposición que debe ser liquidada para que el mesiánico gobernante logre construir el paraíso que ha ofrecido. En el caso de Nicaragua, Ortega al igual que su paradigma, Hugo Chávez y otros tiranuelos, realiza una incesante y demagógica campaña en los medios de comunicación buscando hipnotizar a un pueblo sediento de pan y justicia al que intenta convencer que por culpa de los poderosos de su país y del mundo, no ha conseguido hacer un mejor gobierno. Así, este veterano líder, impone cadenas de televisión pretendiendo que toda la población lo vea y reciba sus letanías politiqueras. Luis Sánchez Sancho, editorialista del diario La Prensa, firme y valiente opositora los excesos de Ortega, expresa con lucidez lo siguiente: "Pero la verdad es que si Ortega puede, por medio de la ley o de la fuerza, imponer cadenas de radio y televisión, sacar del aire a las estaciones extranjeras y hablar todo el tiempo que quiera, sin embargo, no puede obligar a nadie a verlo ni escucharlo. La voluntad personal es más poderosa que la imposición de cualquier dictador. Basta con apagar el radio o el televisor. Contra este pequeño pero significativo gesto de voluntad, decisión y desprecio al dictador, no hay cadena radial o televisiva ni poder estatal que valga."

Repetimos lo dicho en otras oportunidades: No hay dictadura buena. Ni de derecha neofascista como Pinochet, Videla o Fujimori, ni de izquierda seudo progresista como Chávez, Kim Il Sung o Stalin. No se justifican tampoco, cuando pretenden reemplazar a otor dictador, pues se convierten en un mal tan dañino como aquel que reemplazaron. Siempre han traído a sus pueblos, mayores pesares y retraso que el que hubieran vivido en un régimen democrático. Vivir en libertad es muy difícil, la democracia es un edificio que cuesta mucho erigir y que contiene muchos defectos que resolver, pero siempre será posible encausarla y objetar los designios y errores de sus gobernantes. Con las dictaduras se pretende extinguir la justicia, las libertades y la esperanza, con el argumento que son sacrificios que hay que hacer por alcanzar el bienestar futuro.

No perdamos el entusiasmo y la convicción de no conciliar con un dictador, donde sea que se encuentre.

2 comentarios:

  1. No es bueno tener esa obsesión para atacar a los luchadores sociales de America por el hecho de no inclinarse ante el imperio, sumate a la causa popular y no la enfrentes desde tu blog.

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  2. Benedicto, créeme que las luchas sociales verdaderas no pueden estar asociadas a dictaduras ni a hechos totalitarios. No hay una "razón suprema" que justifique atacar a los ciudadanos, reprimir a la prensa e instaurar un régimen de terror. Te aseguro que no me inclino ante ningún imperio, muchas veces he sido crítico con las grandes potencias en este blog, como podrás leer. Repito lo que he dicho antes, ninguna dicatadura es buena, ni de derecha ni de izquierda.
    Gracias por escribir y opinar.

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