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lunes, 30 de abril de 2012

1ª DE MAYO DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES


El 25 de junio de 1868, el presidente de EEUU, Andrew Johnson, promulgó la llamada Ley Ingersoll, que consagraba el derecho de los empleados del gobierno norteamericano a no trabajar más de ocho horas diarias. Al poco tiempo, 19 estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas).  La Ley Ingersoll amparaba sólo a los burócratas del gobierno pero en los sectores productivos, la jornada promedio seguía siendo de doce y hasta de catorce horas diarias. El movimiento obrero y trabajador se decide a exigir que a partir del 1 de mayo de 1886 ningún ser humano trabaje más de 8 horas por día, exigiendo que se cumpla con 8 horas de trabajo, 8 horas de recreación y 8 horas de sueño.

Protestas frente a Mc Cormick
El 1 de mayo de 1886, la huelga por la jornada de ocho horas estalló de este a oeste en los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340 mil obreros salieron a calles y plazas a manifestar su exigencia. Chicago que era en esa época la segunda ciudad de EEUU, ostentaba denigrantes condiciones de vida para sus trabajadores que laboraban jornadas de 12, 14 y 16 horas diarias con pésimas condiciones de trabajo y de vida. Durante la jornada de lucha fue uno de los puntos de mayor efervescencia del país, liderados por la Asociación de Trabajadores y Artesanos y la Unión Obrera Central, siendo sus periódicos obreros los polos en torno a los cuales giraba la acción reivindicativa de la población laboral. Las movilizaciones continuaron los días 2 y 3 de mayo en los que la única fábrica operando fue McCormick, productora de maquinaria agrícola que enfrentaba un conflicto con sus trabajadores desde febrero y tenía personal contratado para reemplazar a los huelguistas, llamados esquiroles o amarillos. El 3 de mayo los manifestantes se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una batalla campal, ante lo cual, una compañía de policías, comenzó a disparar sobre la gente produciendo seis muertos y decenas de heridos.

El 4 de mayo se concentraron en  la Plaza Haymarket de Chicago, para repudiar la masacre, contando con autorización municipal. 180 policías comenzaban a reprimir a los asistentes, cuando una bomba estalla y mata a un agente, hiriendo  varios más, ante lo cual las fuerzas del orden abren fuego indiscriminadamente causando un número indeterminado de bajas. Se decreta el estado de sitio y toque de queda, se hacen allanamientos, detenciones, se fabricaron descubrimientos de arsenales de armas, escondites secretos y hasta "un molde para fabricar torpedos navales" a lo que sucede una feroz campaña de prensa y el posterior juicio amañado contra los dirigentes anarquistas y socialistas de esa ciudad. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887. Eran Georg Engel, tipógrafo y los periodistas Adolf Fischer, Albert Parsons y su esposa Lucy y August Spies. No sólo se quería liquidar al movimiento obrero sino también la libertad de expresión. El carpintero Louis Lingg, también condenado a muerte, se suicidó en su propia celda. El mundo los conoció como los “Mártires de Chicago” y al 1 de mayo se le declaró Día Internacional del Trabajo por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889.

Sin embargo, a partir del mismo mayo de 1886 se comenzó a generalizar la jornada laboral de 8 horas en todo los EEUU y en el resto del mundo, obteniéndose en el siglo XX progresos laborales con leyes para otorgar a los trabajadores derechos de respeto, retribución y amparo social. En 1954 el Papa Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. Paradójicamente en EEUU no es festivo el 1 de mayo. Ellos celebran el primer viernes de septiembre el Labor Day que tiene su origen en un desfile celebrado el 5 de septiembre de 1882 en Nueva York organizado por los Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor).

2 comentarios:

  1. Vivan los mártires de Chicago y los mártires de Chile, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, Paraguay, Argentina, Uruguay y de todo el mundo que murieron defendiendo los derechos de los trabajadores que vivían el brutal abuso de las empresas y los gobiernos títeres.

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  2. Ricardo, gracias por tu comunicación. Los luchadores sociales conquistaron espacios para las posteriores generaciones, igual que los precursores de la independencia y los libertadores. Honrar su memoria es un deber, así como emular sus ejemplos.

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