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“Imagine un país en el que le saquen su teléfono celular en el aeropuerto sin explicaciones ni disculpas, donde no hay acceso a internet, donde sus guardaespaldas vigilen cada uno de sus movimientos y donde se informe si usted trata de salir del hotel solo”. La cita pertenece a Sue Lloyd Roberts, reportero de la BBC de Londres que estuvo recientemente en Corea del Norte y fue materia de un seguimiento permanente como ocurre con todos los viajeros y turistas extranjeros. Este país, separado de Corea del Sur después de la guerra iniciada en 1948, vive uno de los regímenes totalitarios más inflexibles en la historia de la humanidad y se sostiene bajo la férula de un partido único, recorte de libertades, y un sistema represivo y de espionaje interno.
La verdad es que este país parece ser una constante coreografía para los visitantes a los que se pretende mostrar un país poderoso, disciplinado, ordenado, culto, deportista, feliz e iluminado por una infalible dinastía fundada por Kim Il Sung, político comunista, jefe de Estado de Corea del Norte desde 1948 hasta su muerte, momento en que lo sucedió su hijo Kim Jong-il. Tuvo los cargos de Primer Ministro desde 1948 hasta 1972, y Presidente en adelante. Asimismo, era secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea, y ha sido elegido Presidente Eterno de la República. El culto a la personalidad conducido por el aparato propagandístico del Estado, lo elevó al grado de Gran Líder. Su cumpleaños y la fecha de su muerte son festividades nacionales en Corea del Norte.
En estos días, Corea del Norte se prepara para su mayor reunión política en los últimos 30 años en la que se presume que el líder indiscutible, Kim Jong Il que tiene 68 años y una quebrantada salud desde que tuvo un derrame cerebral en 2008, investirá a su hijo menor, Kim Jong Un, en una posición clave en el Partido de los Trabajadores, lo que se comprende como un mensaje indubitable sobre quién será su sucesor. A pesar de no haberse anunciado oficialmente la fecha del magno evento, por todas partes hay evidencias de preparativos para un gran acontecimiento. El tráfico desde y hacia la capital, Pyongyang, ha sido restringido y en sus alrededores se agrupan gran cantidad de soldados, vehículos blindados y artillería lo que en el lenguaje político del régimen norcoreano implica la inminencia de sucesos notables. Esta será la principal reunión del partido desde el monumental congreso de 1980 en el que Kim fue ungido como el sucesor de su padre.
A pesar que la maquinaria del régimen ha lanzado una campaña de propaganda preparando el camino a la sucesión, que cuenta con canciones y poemas de elogio al presunto sucesor, el proceso ha sido mantenido como un Secreto de Estado. No hay imágenes recientes de él ni es nombrado por la prensa controlada por el aparato estatal y los funcionarios del gobierno nunca lo han confirmado como posible sucesor. Ni siquiera se sabe exactamente la edad que tiene, aunque se estima que bordea los 30 años. Tiene dos hermanos, el mayor, Kim Jong Nam, parecía el indicado para suceder a su padre hasta que fue sorprendido tratando de entrar clandestinamente en Japón con un pasaporte falso, aparentemente para visitar un centro turístico de Disney en el 2001. Al segundo hijo, Kim Jong Chul, su padre lo considera demasiado "afeminado" como para gobernar, según el cocinero de la familia que escribió un libro con el seudónimo Kenji Fujimoto.
Así se maneja el país cuyo poderío militar y comportamiento generan inestabilidad y crisis internacionales y se constituyen en una desafiante piedra en el zapato de Estados Unidos y su política de “gendarme del mundo”.
Parece que estos dictadores estuvieran enotro siglo y no en el XXI. Las potencias deberían haber propiciado se caída cuando se derrumbó el muro de Berlín y ya serían un pueblo desarrollado como Corea del Sur. Se suponía que los comunistas estaban contra los regímenes feudales y estos tienen el sistema más arcaico de sucesión del poder que es la herencia.
ResponderEliminarMassimo, te agradezco por leernos y por tus intervenciones. En este caso creo que si bien es inaceptable un sistema político de sucesión hereditaria, tampoco podríamos promover un intervencionismo de otros países porque aunque no nos guste el sistema que tiene Corea del Norte, sólo debería ser su propio pueblo el que se encargue de escoger y decidir sobre su futuro.
ResponderEliminarSaludos
nuestra mente occidental no permite que veamos con mas tolerancia otras formas de vida. aunque no nos guste hay que convivir con esta y otras muchas formas de vivir y no juzgar.
ResponderEliminarCapusotti, gracias por escribir. Es verdad que no podemos pretender que pueblos tan distantes piensen igual que nosotros, pero el absolutismo, el nepotismo y la autocracia, se escriben igual. Si se puede comparar a Corea del Norte con su hermana Corea del Sur y otros países asiáticos democráticos y el contraste es evidente.
ResponderEliminarCorea del Norte tiene un estado socialista.EEUU y sus paises satelites europeos tienen estados gobernados por las multinacionales y un gerente de estas que va alternando.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Anónimo por tu comentario. Corea del Norte tiene un gobierno socialista, es verdad. Te faltó decir que es autoritario, dictatorial, autócrata y nepótico. EEUU y la mayor parte de los países europeos tienen gobiernos que son elegidos por sufragio popular y sin fraudes. En los gobiernos se representan los intereses de de multinacionales, es verdad, pero los pueblos tienen la posibilidad de cambiarlos, vía su voto en las siguientes elecciones. En Corea del Norte es imposible, ahí seguirá gobernando el Imperio Dinástico.
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