HOLANDA Y EL ISLAM, XENOFOBIA Y POLÍTICA

Un tribunal de los Países Bajos ha absuelto  al líder anti musulmán de extrema derecha, Geert Wilders, de 47 años, acusado de incitación al odio y discriminación por calificar al islam de "ideología peligrosa para los valores occidentales".  La sentencia lleva una connotación especial por tratarse de la tierra de la tolerancia. La justicia ha señalado que Wilders critica el credo musulmán pero no a los musulmanes y que aunque algunas de sus arengas son "groseras y denigrantes", "no exceden los límites de la libertad de expresión".



Extremista Te perjudica a ti y a la sociedad



Conocido el fallo, Wilders, ha dicho: "Estoy feliz de no tenerme que tapar más la boca". "Ha vencido la libertad de expresión. La gente sabe por fin, que en Holanda, se puede criticar el islam sin miedo a ser perseguido. Esta es la verdadera ganancia". "Llevo un año y medio metido en un juicio político y eso acaba marcando. Ya era hora que pudiera recuperar mi trabajo". A diferencia de sus colegas parlamentarios que gustan de una oratoria elegante y sofisticada, Wilders habla claro y en lenguaje común para el ciudadano holandés.

Mark Rutte, primer ministro holandés, ha felicitado  al líder xenófobo, con quien colaboran "sin problemas dentro de nuestro acuerdo político". Wilders encabeza la tercera fuerza del país y aunque no conforman el Gabinete, apoyan a la coalición de liberales y democristianos en el poder.  El trata  de ejercer de árbitro en asuntos tan controvertidos como la integración de los inmigrantes.

Los grupos demandantes anunciaban sobre los peligros de la influencia de Wilders en la escena política. "Con la absolución se ha pisoteado el derecho de las minorías a no ser objeto de odio y discriminación. Por eso acudiremos a Naciones Unidas", ha dicho un vocero. Algunas instituciones temen que el fallo "de carta blanca a Wilders para que prohíba el Corán, cierre la frontera a los musulmanes, o impida la construcción de mezquitas". Esto último ya había sido insinuado por el político holandés quien afirmaba que “dentro de poco habrá más mezquitas que iglesias en nuestro territorio”



Geert Wilders y guardaespaldas



En un país donde el Primer Ministro viaja sin escolta, este personaje rodeado de guardaespaldas, es inconfundible. Con un millón y medio de votos, consiguió su escaño en 2010 junto con otros 23 correligionarios del Partido de la Libertad. Hijo de un ejecutivo holandés, especialista en seguros, casado con una diplomática húngara y asiduo viajero a Israel, se confiesa “ajeno a todas las religiones, incluso de la católica”. “No odio a los musulmanes, odio al islam”. “Debería impedirse a los musulmanes que entren a nuestro país”. “Tenemos que expulsar a los musulmanes delincuentes”. Son frases de este dirigente que le han valido el rechazo de las comunidades de inmigrantes, pero le han hecho ganar muchos adeptos entre los ciudadanos medios holandeses y hasta de algunos políticos de izquierda desencantados de los líderes por su lejanía del ciudadano.

Este es un nuevo ejemplo de los peligros que se ciernen sobre la humanidad por la falta de voluntad tolerante. Las épocas de crisis, y puede que estemos ante una muy grave, suelen alentar la xenofobia como válvula para encontrar culpables fuera de las propias fronteras. La historia universal está plagada de ejemplos al respecto. Desde este blog seremos incansables luchadores por encontrar el equilibrio y desenmascarar a los termocéfalos de una y otra orilla. No se puede pretender denunciar a un extremista, posicionándose en el borde opuesto. No se puede matar en nombre de la vida. No se puede oprimir en nombre de la libertad.