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jueves, 23 de junio de 2011

MÉXICO EN SU HORA MÁS CRÍTICA


Presidente Calderón y poeta Javier Sicilia

Se dio inicio, en el Castillo de Chapultepec, el diálogo por la paz en México que lideran el presidente de la República y el poeta Javier Sicilia, quien enarbola el reclamo social por una mayor seguridad en el país. El formato planeado y aprobado por la Secretaría de Gobernación y el Movimiento por la Paz para el encuentro, contempla tiempos específicos para que sean escuchados cinco representantes de las víctimas; la réplica del Presidente y la intervención de Sicilia. El evento viene precedido por las llamadas Caravanas por la Paz y la firma del Pacto Ciudadano por la Paz, en Ciudad Juárez, la más violenta del país.
"Sí. Ya sé, en papeles manuscritos, que no tienen valor probatorio pleno. Ya lo sé. Ya me sé, perdónenme la expresión, la cantaleta de los jueces. Pero yo sé que están en la nómina, yo sé cuánto reciben".
Quien se expresaba así es nada menos que el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa quien gobierna el país azteca desde diciembre de 2006 y enfrenta una ola de asesinatos, secuestros y acciones violentas de las organizaciones criminales que han puesto en jaque a su administración y a la sociedad en su conjunto. Se refería a las denuncias que se recibe a diario sobre la permisividad del sistema judicial de su país."He sabido, por ejemplo, de jueces que han recibido dinero o que dialogan con criminales, y que liberan a criminales, pero mientras yo no tenga una prueba, o la procuradora no tenga una prueba, ese juez es juez, y ese ciudadano es ciudadano, y es además, es inocente".
Calderón respondió a Javier Sicilia, poeta nacional y padre de un joven víctima de la violencia, afirmando que la actual situación de la lucha contra el crimen, sí es de pedir perdón por las víctimas. "Contra lo que se ha dicho que fue irresponsable actuar, pienso sinceramente que lo verdaderamente irresponsable hubiera sido no actuar. Pero si de algo me arrepiento en todo caso no es de haber enviado fuerzas federales a combatir criminales que nadie combatía por miedo o porque estaban comprados con ellos. De lo que me arrepiento es de no haberlos mandado antes y tener un operativo justo en Cuernavaca que pudo haber atrapado a la banda que mató a Francisco (hijo del poeta Sicilia, asesinado junto a seis personas en Morelos a fines de marzo de 2011). Aseveró que a él también le duelen terriblemente las fosas de Tamaulipas, migrantes asesinados, víctimas de secuestros como Fernando Martí y Silvia Vargas, pero también de alcaldes, policías y soldados muertos a manos del crimen.
Calderón se mostró escéptico cuando dijo, en el diálogo en el Castillo de Chapultepec, que con la salida del Ejército, acabe la violencia; eso, dijo el mandatario, es una premisa equivocada.

Sicilia inició la ronda de diálogo con el Presidente, pidiendo un minuto de silencio por las víctimas de lo que calificó como “una guerra sin sentido”. "Hemos venido hasta aquí para que nos hagan justicia", dijo Sicilia, quien presentó un conjunto de propuestas para luchar por la paz y la reconciliación. También acusó al gobierno federal de ser corresponsable de las 40 mil muertes producto de la guerra contra el narcotráfico.
Consideró que aunque tienen dudas fundadas del diálogo lo aceptan porque creen que, a menos que el corazón se haya oscurecido a modos demoniacos, habrá quien escuche. Dijo que no es una guerra nuestra sino de ustedes y el narcotráfico. No son ustedes responsables del pudrimiento de instituciones pero sí han estado ahí. Son responsables de tratar el problema de la droga como de seguridad nacional y no de salud pública.

No cabe duda que México vive una de las horas más dramáticas de su historia. Sus instituciones están corroídas por el narcotráfico y los carteles criminales. El Estado ha generado una maquinaria de irrespeto a los derechos humanos. El número de muertes por armas de fuego pasó de 4,000 a 12,000 desde 2007 y los secuestros se ha triplicado con respecto al mismo periodo al pasar de 438 denuncias a 1250.. La brecha social y económica entre ricos y pobres es surrealista. Los efectos de esta violencia ya se hacen sentir en la economía, el turismo y el flujo de inversiones.

En México, desde la época de los revolucionarios Villa y Zapata,  persiste una cierta "tradición violenta", que de admite  cierta violencia en el país en el que todos desean llevar un arma al cinto. Si a esto se añade unas fuerzas del orden corruptas. Frecuentemente involucradas en todos los niveles en el narcotráfico, hace ineficaz cualquier política represiva del Gobierno de Calderón. El futuro de México como Nación está en juego, es hora de dar pasos firmes para que el peligro de la desintegración desaparezca. No sólo el Estado debe actuar, la sociedad civil ha tomado la iniciativa para dar pasos concretos hacia una paz duradera.

2 comentarios:

  1. En México estamos hartos de la violencia y peor en este tipo de enfrentamientos entre dos mafias, el gobierno y los narcos.

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  2. El sentimiento de Ignacio es generalizado en el México de hoy. Las autoridades tienen la obligación de estar al lado de su pueblo y no de hacerle sentir que existe un divorcio absoluto con ellos y que la sociedad está desprotegida. Ese es el reto de la hora presente.

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