http://elcomercio.pe/osnofla/notas

lunes, 2 de enero de 2012

DIVORCIO A LOS 90

El divorcio es la disolución del matrimonio o el proceso que concluye con la unión conyugal. Su institución en el mundo se remonta a Francia y su Código Civil de 1804 y hoy forma parte del ordenamiento legal de todos los Estados del mundo, excepto Filipinas y El Vaticano. El último país en haberlo incorporado en su legislación es Malta que en julio de 2011 aprobó la ley en el Parlamento, luego de un referéndum llevado a cabo en julio. En 2004, Chile se convertía en el último país de América en incluir el divorcio en su Código correspondiente. Filipinas ya analiza la posibilidad de aprobar en el Congreso la norma que lo haga posible para lo cual ha iniciado un debate al respecto desde junio pasado. El Vaticano no evalúa la posibilidad de adoptarlo en su compendio normativo, aunque el Derecho Canónico contempla la nulidad matrimonial que significa que el matrimonio nunca existió y que se puede otorgar por la existencia de un vicio o defecto esencial a la hora de celebrarse.
Los celos se definen como la respuesta emocional que causa perturbación al ser humano que se origina cuando se percibe una amenaza hacia lago que se entiende como propio. En el uso común, es la duda, sospecha o preocupación ante la hipótesis que un ser amado prefiera dedicar su atención en otra persona. Están presentes en todos los seres humanos sin importar su nivel socio económico, instrucción o estabilidad familiar y personal. Pueden explicar un grado de inseguridad personal y se manifiestan ante la aparición de una situación o persona que el yo interno considera más competitivo. Es entonces que el celoso busca ejercer un control sobre la persona celada pudiendo llegar a aislarla, privarla de su libertad, seguirla al trabajo, espiar su correspondencia, comunicaciones en las redes sociales, llamadas telefónicas, buscar evidencias de traición, etc. El celoso puede ser apasionado, ansioso, neurótico o sadomasoquista. Se considera abandonado y burlado por la otra persona y tiene la idea de haber sido utilizado por lo que se suele cambiar el sentimiento de amor al de odio, llegando incluso a producirse agresiones físicas y psicológicas.
La infidelidad es el incumplimiento de un pacto de respeto mutuo en la pareja, en el ámbito de la exclusividad. La fidelidad implica mantener relaciones íntimas sólo con la persona a la que se ofrece lealtad, así como acompañarla cuando sea necesario, no ocultarle nada respecto a otras personas, ni romper cualquier compromiso que se haya adquirido libremente. Entre las causas que llevan a alguien a ser infiel están la incomunicación, insatisfacción sexual y emocional, venganza hacia una traición, crisis personal, machismo, falta de valores, inseguridad, búsqueda de nuevas experiencias, etc. Se dice que la infidelidad femenina es más emocional y que conlleva a involucrarse más con el nuevo amante, siendo menos evidente y que la masculina es más física, ligada a lo placentero y más fácil de descubrir.
Antonio nació 1912 en Olbia, Cerdeña y Rosa en Nápoles, en 1915. Se conocieron en 1930, cuando él, un joven carabinieri, fue destinado a Nápoles. Se casaron en 1934 y tuvieron 5 hijos, 12 nietos y un bisnieto. El matrimonio era considerado por familiares y amigos como estable y hasta ejemplar, pero el policía jubilado que hoy tiene 99 años se enteró de la aventura de su esposa, quien actualmente tiene 96 años, en 2002, al encontrar en un cofre, una carta de amor escrita por ella, que demostraba que había tenido un amante en 1940. A pesar que la mujer reconoció su falta y pidió perdón por la traición, Antonio se fue de casa y vivió con su hijo mayor, pero al cabo de unos días regresó. Sin embargo, la vida en común se tornó áspera y tensa por la sombra del desliz amoroso. Cansados de discutir por cualquier cosa, hace dos semanas los dos ancianos acudieron al Tribunal de Roma para solicitar su separación legal tras 77 años de convivencia matrimonial.



No hay comentarios:

Publicar un comentario