XENOFOBIA, MACHISMO Y HOMOFOBIA: TRES EN UNO

La xenofobia es el  temor, hostilidad, agresividad, odio o rechazo al extranjero. Se manifiesta con actitudes de desprecio y amenazas, pudiendo llegar al daño físico y hasta el crimen. Se estima que tras los enfrentamientos tribales, surgirían las primeras expresiones xenófobas como prevención frente al extranjero potencialmente invasor. Desde la Antigua Grecia se encuentran también rasgos de xenofobia y en las sucesivas civilizaciones dominantes ha aparecido el menosprecio hacia los subyugados, irrumpiendo el racismo contra las etnias americanas,  las colonias europeas en África, el antisemitismo, el odio a los gitanos, la discriminación a árabes y musulmanes, etc. En la actualidad, los xenófobos se parapetan en partidos de ultraderecha, como hicieron los nazis, para aprovechar de los temores ante las crisis económicas y los conflictos sociales que éstas generan, azuzando temores y odios contra los extranjeros o hasta los connacionales de ancestros foráneos.

El machismo es la actitud prepotente de los varones respecto de las mujeres. Justifica y promueve conductas discriminatorias contra las féminas. Tradicionalmente se le relacionó con la ejecución de diferentes actividades entre las personas de ambos sexos, otorgando a las mujeres trabajos menos fatigosos, de menor reconocimiento y a una subordinación femenina. Con el fin de mantener esa supremacía, se ejerció la llamada violencia de género siendo una forma de coacción física y psicológica. El machismo está presente en las mentes tanto de hombres como de mujeres. A lo largo de la historia, las mujeres han padecido de un trato discriminatorio en el trabajo y la religión; las leyes las han marginado en el derecho al voto, han necesitado permiso del varón para determinadas actividades y hasta en el tratamiento del adulterio que es penalizado con la muerte, incluso en estos días.

La homofobia es el miedo y la aversión irracional hacia las personas que aman y sostienen vida íntima con seres del mismo sexo. Se basa en el castigo del machismo a cualquier comportamiento que evidencie caracteres femeninos en los varones porque impide diferenciar el estereotipo del macho. En América, el primer acto oficial de homofobia lo ejerció el conquistador Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Océano Pacífico, quien en 1513 encontró un grupo de indios realizando prácticas homosexuales en el istmo de Panamá, entregando a 40 de ellos a unos perros asesinos para que los devoren. La homosexualidad siguió siendo considerada como delito en Chile, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Puerto Rico hasta mediados de los 90.



Antonio Martín Ferradal



Hemos recibido la información que el Consejo General del Poder Judicial de España ha multado con 3,000 Euros al juez de Murcia, Antonio Martín Ferradal por falta grave a la Ley Orgánica del Poder Judicial. El magistrado mencionado era un asiduo practicante de las 3 vergonzosas conductas reseñadas, tanto con los funcionarios a su cargo, como con el público que acudía a su despacho. En el proceso se acreditó que en su oficina llamaba “putas” a las mujeres que tenían hijos fuera del matrimonio. Calificaba de “boda entre maricones”, a las uniones civiles entre homosexuales y “los gilipollas estos” o “gentuza” al referirse a los extranjeros que pedían la nacionalidad. Se dirigía a sus funcionarios con frases despectivas, y poniendo en duda sus conocimientos y su profesionalidad. Una empleada declaró que la obligó a levantarse de su silla para dirigirle la palabra, mientras que a otra le gritó que "llevaba toda la mañana con el “papo” puesto en el asiento.

La opinión pública nacional e internacional considera que la multa impuesta es una sanción irrisoria contra estas actitudes de troglodita y que el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón debería repudiar públicamente este comportamiento, exhortar a los magistrados a no incurrir nunca en estos abominables excesos y retirar de inmediato a Ferradal de la carrera judicial. El cambio que va a experimentar España y el esfuerzo que debe hacer la nación entera para enfrentar la crisis, requiere que el gobierno de muestras claras y desde el principio, que no va a permitir conductas intolerables de xenofobia, machismo, homofobia, ni de humillación y maltrato tanto a quienes son subordinados en el sector público, como a aquellos que pagan los salarios de los empleados estatales, los que deben estar al servicio de la comunidad.