En una jornada tensa, se realizaron las elecciones Legislativas en Venezuela. El régimen de Hugo Chávez, que detenta el poder desde febrero de 1,999, hace los mayores esfuerzos para perpetuarse en el poder. Para ello no ha dudado en tomar mano de medidas irracionalmente desfasadas con la realidad económica de su país y del mundo, estatizaciones ilegales, uso de los recursos del Estado para proselitismo político y una persecución y hostilización constante a sus opositores. El resultado es que hoy Venezuela, pese a los inimaginables años de bonanza petrolera que ha vivido, tiene los indicadores económicos desastrosos, una crisis energética que la abruma, problemas de abastecimiento de alimentos, violencia social extrema, confrontación de clases propiciadas por el propio Chávez y una corrupción generalizada en todo el aparato público. En ese contexto, se realizaron las elecciones parlamentarias en las que la maquinaria chavista pretendía conseguir una mayoría absoluta, poniendo todo el poder del Estado, de manera descarada, para conseguirlo. El propio Chávez parecía el único candidato pese a que, dada su condición de Jefe de Estado, debería haberse abstenido de participar como lo mandan los principios democráticos y éticos que este oscuro gobernante, lamentablemente no practica.
Hacia las 2:22 de la madrugada (hora local de Venezuela), la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, entregó el primer boletín oficial de resultados de las elecciones. Lucena informó que un 66.45 por ciento del registro nacional acudió a las mesas a votar.
"Ya se dio la orden a las juntas regionales para adjudicar los cargos que son irreversibles", dijo Lucena, quien agradeció la colaboración de las Fuerzas Militares, a los hombres y mujeres del poder electoral.
Lucena recomendó a los ganadores que fueran tranquilos a festejar y a los que no vencieron les pidió que aceptaran los resultados.
Durante la madrugada los venezolanos esperaron impacientes el primer boletín oficial de las cruciales elecciones parlamentarias del domingo, que habrían tenido gran participación, pero hubo una insólita demora del escrutinio.
Unas cuatro horas después del cierre de la votación, el presidente Hugo Chávez, a través de un mensaje de Twitter, instó a sus seguidores a esperar los resultados y a aceptarlos.
Hacia las 12:20 de la noche, 7 horas después del cierre de las mesas, uno de los principales voceros de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, acompañado de los principales líderes de la oposición, exigió a las autoridades electorales entregar a la brevedad los resultados de los comicios."Ellos saben lo que pasó, nosotros sabemos lo que pasó, así que exigimos al CNE (Consejo Nacional Electoral) que den los resultados ya", demandó. En algunos puntos de Caracas se presentaron cacerolazos.
El oficialismo esperaba conseguir más de 110 escaños de 165, los necesarios para tener la mayoría absoluta (dos tercios), mientras que la oposición se daba por bien servida si obtenía al menos 55. Pero con el paso de las horas, y la ausencia de resultados, se empezaron a disparar las alarmas sobre las razones de la demora."Por respeto a los millones de venezolanos que votaron por una Asamblea distinta instamos al CNE que dé los resultados que ya sabemos", insistió Aveledo.
La noticia buena para la democracia venezolana es que todas las proyecciones extraoficiales daban cuenta de una abstención de entre 30 y 35 por ciento, que de confirmarse constituiría una altísima participación récord de los venezolanos en comicios legislativos.
Para el chavismo, el domingo comenzó con el usual "toque de diana" que se dejó escuchar en los barrios populares desde las 4 a.m. Para la oposición se inició con una movilización, sobre todo de adultos, que votaron antes de mediodía. La tarde fue para los jóvenes, del chavismo y la oposición, que a partir de las cinco p.m. empezó a llamar a los abstencionistas a participar.
En una jornada esencialmente pacífica pusieron la nota discordante varios grupos de motorizados que amedrentaron a votantes en centros electorales en Maracaibo, Valencia, Maracay y Caracas, cuatro de las ciudades que concentran más votantes.
El jefe del Comando Estratégico Operacional, general Henry Rangel, confirmó la retención de estos motorizados por unas horas y su liberación tras haberles dado una "charla motivational".
En horas de la mañana, un grupo de militares allanó la sede de la Universidad Simón Bolívar y retuvo a tres estudiantes que también fueron liberados.
En el estado Táchira el gobernador César Pérez Vivas también formuló la denuncia sobre motorizados, y el candidato a diputado por la oposición, Yván Olivares, señaló que otro grupo de 20 motorizados le impidió llegar a su centro electoral. En la noche, la visita de los motorizados fue al canal Globovisión.
El presidente Hugo Chávez, a la hora de ejercer su derecho al voto, prefirió no hacer comentarios ante el escenario de que pierda la mayoría (simple o calificada, las dos terceras partes) del nuevo parlamento. La senadora colombiana Piedad Córdoba fue una de las acompañantes que siguió de cerca los resultados en el comando del chavismo, ubicado en el hotel Alba Caracas.
Una señora uniformada de la milicia bolivariana -parte del Plan República, el operativo militar que resguarda los centros y el material electoral en el Liceo Andrés Bello- confirmó dos horas antes del fin del horario electoral que en ese centro, el más grande de Caracas, había participado más del 55 por ciento de los inscritos para votar. Solicitó mantener su nombre en reserva, y aunque cuida el voto "de todos los venezolanos" se permite una infidencia entre susurros: "Esos escuálidos (opositores) no volverán".