Aparte del canto, hizo deportes, ballet y teatro. Se enamoró intensamente y se casó con el aviador Enrique Fuller en 1942, viajando a Estados Unidos donde él trabajaba. De esa unión nacieron sus 3 hijos, Eduardo, Carlos y Teresa, en tanto que el matrimonio sucumbió en 1952, regresando a casa de sus padres y ocupándose de sus hijos por lo que se empleó como consultora de belleza en la Botica Francesa y asesora de modas. En 1948, un amigo inscribió su canción “Lima de Veras” al concurso anual de la Municipalidad del Rímac y obtuvo el premio. También obtuvieron triunfos sus creaciones: “Callecita Encendida”, “Zaguán” y “Tun, tun abre la puerta”. En 1950 crea “La Flor de la Canela”, la que es estrenada por el conjunto “Los Chamas” en 1953. Los Hermanos Silva de Chile la popularizan internacionalmente, llega a traducirse en más de 30 idiomas y es su canción más popular, con la que se identifica al Perú en casi todo el mundo. En este primer periodo de creación llamado por algunos como evocativo y pintoresco, escribe también “Fina estampa”, “Gracia”, “José Antonio”, “Puente de los suspiros”, "Ha de llegar mi Dueño", “Zeñó Manué” y muchos otros.
Posteriormente se evidencia una Chabuca comprometida en lo social con sus temas dedicados a Javier Heraud, “El fusil del poeta es una rosa”, “Desde el techo vecino”, “Un bosque armado”, “En la Margen Opuesta”, “Un cuento silencioso”, “Silencio para ser cantado” y “María Sueños” (1967), en homenaje a la mujer. En este periodo de los 60 y parte de los 70 vivió la influencia de sus amigos poetas César Calvo, Juan Gonzalo Rose, Manuel Scorza y Reynaldo Naranjo. Escribe “Cardo o Ceniza” tras la muerte de Violeta Parra y “Paso de Vencedores” referida a la revolución de Velasco Alvarado de la que se distanció años después. En su última etapa de creación, cambió la elegancia y grandilocuencia de la Lima antigua por la cadencia y alegría del arte negro, revalorando la música afroperuana, el festejo, landó, etc. También hizo composiciones en inglés como “Mañana Will be tomorrow”, “Tickertape”, “Confetti”, etc. En francés, “Lea valse creole”. Tiene firmadas más de 400 canciones, cantadas por diferentes intérpretes en discos en todo el mundo.
A pesar de haber derrotado al cáncer que la afectó en las tiroides cuando tenía 37 años, Chabuca padeció una afección cardiaca que sumada a las fallas del equipo médico que la atendía en EEUU y al destino, nos la arrebataron un 8 de marzo, en 1983, cuando tenía 62 años y se hallaba en la plenitud de su fuerza creadora y la madurez del talento artístico. Dejó inconclusos una serie de proyectos y a los peruanos sin una de sus más geniales creadoras y cultoras de su grandeza artística, social y humana. Por eso esperamos, como decía Manuel Alejandro a “Que el cielo nos devuelva a Chabuca enamorada, del puente y la alameda, del río y de la flor”
Grande Chabuca, grande del Perú y enorme en América.
ResponderEliminarEmilio, gracias por escribir. Chabuca Granda es imborrable de nuestra memoria americana porque además de legarnos su maravillosa música, nos dio numerosas lecciones de humanidad.
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