En julio de 2008 era legal el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Estado de California, el Estado de mayor población de EEUU, una de las 10 potencias económicas más importantes del mundo y poseedora del 13% del PBI del país. En este Estado se calcula que hay 200 mil parejas gays, una quinta parte de ellas tiene hijos a su cargo. Era el segundo Estado de la Unión en reconocer este derecho.18 mil parejas formalizaron su unión hasta que un referéndum, el 4 de noviembre de ese año, prohibiera los matrimonios de homosexuales por 52.5% contra el 47.5%. En agosto de 2010, un juzgado federal declaró ilegal la propuesta aprobada en 2008, legalizando nuevamente las uniones entre ciudadanos del mismo género, sin embargo la batalla legal continúa con resoluciones contradictorias que podrían llegar hasta la Suprema Corte.
La adopción homoparental, es aquella en la que interviene una pareja homosexual. En este caso, el niño es legalmente hijo de los dos miembros de la pareja. Está reconocida legalmente en Andorra, Argentina, Bélgica, Brasil,[1] Canadá, Dinamarca, España, Guam, Islandia, Israel, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Uruguay y en ciertos territorios de Australia y Estados Unidos.[] En Alemania, Finlandia y Francia es legal la adopción del hijo del otro miembro de una pareja de hecho o unión civil. La American Psychological Association, American Psychiatric Association y National Association of Social Workers han dicho en un comunicado Amicus curiae, presentado en el Tribunal Supremo de California lo siguiente:“Un gran número de niños están siendo criado actualmente por lesbianas y gays, tanto en parejas del mismo sexo como madres y padres solteros. La investigación empírica ha mostrado de manera consistente que los progenitores homosexuales no se diferencian de los heterosexuales en cuanto a habilidades parentales, y que sus hijos no muestran ningún déficit comparados con hijos criados por progenitores heterosexuales”. Sin embargo son muchas y muy diversas las opiniones en contrario y que aseguran que los niños adoptados por dos hombres o dos mujeres, sufrirán daños psicológicos y mentales irreparables.
Thomas Lobel y Tammy |
Las agencias noticiosas nos han traído una noticia que ha contribuido a acalorar el debate en torno al tema de las adopciones. Nos referimos al caso del niño de 11 años llamado Thomas Lobel, ahora llamado Tammy, quien es hijo adoptivo de dos mujeres que afirman que el cambio de sexo de su hijo “es mucho mejor ahora que esperar a que sea adulto”. Las madres Debora Lobel y Pauline Moreno, lo adoptaron cuando tenía dos años y aseguran que siempre prefirió ser niña, y que ellas no lo indujeron a tener esa inclinación. Refieren que hace unos años intentó mutilarse los genitales ante lo cual, los especialistas en salud mental, diagnosticaron un transtorno de identidad sexual. En el verano pasado inicio la ingesta de una hormona que le impedirá experimentar la pubertad como un varón y por la que no desarrollará voz grave y vello facial. Las hormonas masculinas de Thomas han sido bloqueadas por un implante que debe ser reemplazado una vez al año. Entre los 14 y 15 años, él dispositivo tendrá que ser retirado, entonces él deberá decidir si continúa con el tratamiento hormonal.
Thomas con sus madres |
Las madres declaran que Tammy vive feliz, pero enfrentan a fuertes críticas. A menudo, la gente les pregunta cómo pudieron hacer eso, ante lo que responden que en el Reino Unido un 50 por ciento de los transexuales intentan suicidarse antes de cumplir los 20 años. En California, quienes las objetan, afirman que el niño solo ve que sus dos madres están juntas como una pareja y ha comenzado a creer que eso es algo normal. Reprochan que el niño tiene un sesgo; le falta información. “Es como si a mí me explicaran sólo una parte, no podría comprender el tema”, recalcan los detractores.
El grado de descomposición de la humanidad que ve estos hechos como algo normal, es inadmisible. Faltan valores y una conciencia sobre lo que es la familia, el respeto y Dios. Por buscar los placeres, hemos olvidado lo esencial y ahí están niños como Thomas que pagan las consecuencias.
ResponderEliminarCreo que tener un niño en una pareja de homosexuales no lo predispone a la homosexualidad igual que tenerlo en un hogar de padres heterosexuales, no evitará que sea homosexual si tiene esa inclinación. Por otra parte, recordemos que no existe el "cambio de sexo" Thomas no podrá ser madre natural porque solo le harán una cirugía estética para simular el órgano sexual femenino. Nunca podrá tener vagina, ni utero, ni ovarios, ni trompas, etc
ResponderEliminarGracias a Ricardo y a Pablo por escribir. Creo que no siempre los "valores" de antes han sido mejores que los de ahora. Se han dado ejemplos de intolerancia religiosa desde todas las creencias y desde el agnosticismo y el ateísmo. Se han cometido excesos en nombre de la libertad, la democracia, el pueblo y Dios. Desde todas las concepciones políticas se ha mentido, robado y matado seres humanos. La homofobia también ha sido causante de muerte y abusos. La tolerancia a los homosexuales no creo que sea un valor negativo, todo lo contrario. Coincido que no existe "cambio de sexo" desde el punto de vista anatómico y fisiológico, pero lo que más me sorprende es que se haya sometido a un niño de sólo 11 años a semejante tratamiento hormonal.
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