Hace 50 años, Argentina y Uruguay celebraron el Tratado, estableciendo mecanismos comunes para el óptimo y racional aprovechamiento del Río Uruguay. Ambos países se comprometieron a proteger y preservar el medio acuático y prevenir su contaminación. Se aprobó dictar normas y adoptar las medidas apropiadas para asegurar los objetivos propuestos. Se dispuso también que la parte que proyecte la construcción de nuevos canales, la modificación o alteración significativa de los ya existentes o la realización de cualesquiera otras obras de entidad suficiente para afectar la navegación, el régimen del río o la calidad de sus aguas, deberá comunicarlo a una Comisión integrada por representantes de las dos naciones, la cual determinaría en un plazo máximo de treinta días, si el proyecto puede producir perjuicio sensible a la otra parte. En esa región se ha construido el Puente Internacional Libertador San Martín, de gran importancia turística y comercial para ambos países. La zona a su vez es un reconocido centro de pesca.
Desde 1980 Uruguay llevó a cabo un intensivo proceso de forestación, esperando tener 800 mil Hectáreas cultivadas con pinos y eucaliptos en 2005, para dedicarlos a la producción de pulpa de celulosa para la industria papelera. Este país negoció con la empresa sueco - finlandesa Stora Enso, la española ENCE y la finlandesa Botnia, la instalación de grandes plantas de celulosa. Esta última decidió construirla a orillas del río Uruguay, a 8 kilómetros de Gualeguaychú (Argentina) y 12 de Fray Bentos (Uruguay). Los opositores del gobierno uruguayo de entonces (Frente Amplio) se opusieron a la construcción hasta 2004 en que asume la presidencia su líder, Tabaré Vásquez, quien decidió que se continuara el proyecto.
Evangelina Carrozo protesta en cumbre de 2006 |
Desde 2005 se dieron una serie de protestas de pobladores y organizaciones defensoras del medio ambiente contra la planta. El gobierno argentino también expresó su oposición. Hubo marchas, comunicados, cierre de vías de comunicación, mediación internacional, etc. Pero el 9 de noviembre, la planta de Botnia inició sus operaciones, el gobierno uruguayo garantizó que se cumplirían los requerimientos medioambientales. En 2006, Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia por los efectos contaminantes de la planta, en tanto que Uruguay demandó a Argentina por los cortes de las rutas entre ambos países. La Corte emitió un fallo, el 20 de abril de 2010, en el que considera que los efectos al medio ambiente han sido evitados y que no debía cerrarse la fábrica sino monitorear el río, aplicando el Estatuto del Tratado. En agosto de 2010 se firma un acuerdo entre ambas naciones para conformar un comité científico que evaluará las condiciones del río Uruguay.
Tabaré Vásquez y George Bush |
El ex presidente Tabaré Vásquez dijo, el martes 11 de octubre, en un evento con ex alumnos en el colegio Monte VI de Montevideo, que durante su gobierno, Uruguay vivía en un estado de "indefensión" frente a un eventual conflicto armado con Argentina a raíz de la planta de Botnia y que pidió "respaldo" al ex presidente de EEUU, George Bush. Las reacciones no se hicieron esperar. La esposa del presidente uruguayo, José Mujica, dijo que “…esta no es la posición del actual gobierno”. El secretario presidencial, Alberto Breccia, afirmó que las declaraciones se deben a temas de la “interna política” y que no afectan las excelentes relaciones con Argentina. El propio Tabaré Vásquez, en un breve comunicado emitido hoy, declara que sus declaraciones fueron inoportunas y reconociendo que las relaciones entre los dos países son excelentes. Sin embargo, agregó: “De cualquier manera, y muy lejos de mis intenciones, las mismas pueden dañar esas relaciones, al proyecto político de la izquierda uruguaya, y al propio Frente Amplio. Por todo ello presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública”.
Los gobiernos de ambos países han decidido “bajar el tono” a las palabras de Vásquez y que no se harán declaraciones oficiales al respecto. Por otra parte, la oposición uruguaya piensa que el distanciamiento de la vida política anunciado por Tabaré, es una maniobra para no caer en las encuestas, ya que es uno de los posibles reemplazantes de José Mujica en las elecciones de 2015.
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