Benedicto XVI se reunió con 640 mil personas en el Parque Bicentenario de Silao en Guanajuato, México, hoy domingo 25 de marzo en el día central de su visita al país azteca. En la misa celebrada por el Papa, pidió a la Virgen María para que los pueblos de Latinoamérica y de México reciban la ayuda de Cristo para promover la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad. Estuvo presente el presidente Felipe Calderón Hinojosa y su familia, así como los principales candidatos a las elecciones por la primera magistratura del país que se realizará en 98 días. Se apreció a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI, Josefina Vázquez Mota del oficialista PAN y Andrés Manuel López Obrador del PRD quienes se mostraron muy sólidos en su fe. También asistieron Ministros de Estado, Gobernadores y personajes de la vida pública del país. El Sumo Pontífice comentó que comprendía porqué Juan Pablo II se sentía mexicano, cuando salió a agradecer a los cientos de personas que se congregaron en los exteriores del Colegio Miraflores donde cenó con las religiosas que dirigen el centro educativo. Acto seguido señaló que él también se sentía un Papa Mexicano.
Durante la jornada, el líder de la Iglesia Católica mundial, encendió esta noche la iluminación del Cristo Rey que tiene su santuario en el Cerro del Cubilete, en Silao que es uno de los íconos del catolicismo mexicano y data de 1944. Benedicto XVI, quien viajará mañana temprano a Cuba, recordó que la misión de las Diócesis de América Latina es promover que los cristianos se resistan a la tentación de una “fe superficial y rutinaria a veces fragmentada e incoherente”. También hizo votos porque la Virgen María ayude a los católicos para participar mejor en el “misterio del Salvador, tal como ella lo dio a conocer en estas tierras”, en clara alusión al mensaje de la Virgen de Guadalupe dado a la humanidad a través del indio Juan Diego en 1531. "Y pidámosle también que siga acompañando y amparando a sus queridos hijos mexicanos y latinoamericanos, para que Cristo reine en sus vidas y les ayude a promover audazmente la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad", concluyó el Papa ante arengas del pueblo congregado que repetían ¡Viva Cristo Rey!
El Santo Padre hizo un llamado a proteger a la niñez, en particular a los niños que sufren por la violencia, abandono y hambre, para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar el futuro con confianza. Hizo alusión a los que soportan el hambre causado por la sequía que se ha dejado sentir en algunas regiones los últimos meses. Refiriéndose a los niños presentes en la Plaza de la Paz, les dijo “Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia, la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad, han de trabajar para que puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones”. El Papa también se dio tiempo para reunirse con los familiares de la víctima de la violencia producida por el fuego cruzado que afecta México con quienes dialogó de manera personal y en privado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario