El 13 de agosto de 1926 nacía en Birán, provincia de Holguín, Fidel Alejandro Castro Ruz, hijo de Ángel Castro Argiz, un campesino de Lugo (Galicia) que llegó a Cuba como soldado del ejército español combatiendo a los independentistas y que luego fue un rico terrateniente y Lina Ruz González, emigrante española, segunda esposa de Ángel.. 85 años después, en La Habana se recibía su cumpleaños en el marco de una “Serenata de la Fidelidad”, organizada por la fundación “Oswaldo Guayasamín” en el teatro Karl Marx congregando a artistas latinoamericanos, dirigentes del gobierno de Cuba, políticos internacionales y 5,000 espectadores. Fidel fue el gran ausente, debido a su enfermedad.
En 1952, Fulgencio Batista, militar cubano que fue presidente de 1940 a 1944, dio un golpe de Estado en las vísperas de unas elecciones en las que se sabía perdedor. Apoyado por los EEUU a quien le facilitó la isla como base militar en la segunda guerra mundial, dirigió el país en medio de una corrupción sin límites y de los más grandes abusos contra los trabajadores y el pueblo en general. Es así que el 26 de julio de 1953, el joven abogado Fidel Castro y 125 compañeros, se rebelan contra el régimen y asaltan el cuartel Moncada, en Santiago de Cuba. La operación es neutralizada militarmente y la mayor parte de los rebeldes muere en acción o es ejecutada sumariamente durante las horas siguientes. Fidel es detenido y apresado. Realiza su propia defensa y su célebre alegato concluye: “En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura, como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a 70 hermanos míos. ¡Condenadme, no importa, la historia me absolverá!”.
Liberado por la presión popular e internacional, comienza la mítica lucha guerrillera en la Sierra Maestra, tras naufragar en costas cubanas en el yate Gramma, procedente de México con 81 hombres. Aprovecha el descontento, se gana a la población que lo acompaña y abastece. Arrincona al tirano que huye del país cobardemente en enero de 1959, con lo que el ejército rebelde se hace del poder. Se inician una serie de reformas estructurales en el país tras las que la derecha y los Estados Unidos se convierten en sus enemigos y facilitan así su acercamiento a la Unión Soviética y al mundo socialista. Castro gobierna con un “comunismo a la cubana”, soportado por el Apóstol José Martí y por un liderazgo irrepetible, basado en un excepcional carisma, una constante cercanía al pueblo y sus problemas, avances notables en la salud, cultura, deportes y educación, austeridad personal a prueba de balas y el soporte financiero del bloque comunista.
Cuando en 1989, cae el muro de Berlín (que se inauguró también un 13 de agosto, en 1961) y las dictaduras de los países tras la “Cortina de Hierro”, todos vaticinaban la desaparición inmediata del gobernante cubano. Con EEUU a 90 millas respirándole en la nuca y un exilio multimillonario que nunca dejó de financiar acciones de sabotaje, la precaria economía de la isla hacía suponer el fin de la era castrista. Sin embargo, se decretó el “periodo especial” de economía de guerra en tiempos de paz y se dio una apertura hacia el turismo y las inversiones de occidente. La llegada de Hugo Chávez a Venezuela, le vuelven a dar un respiro económico y consiguen el sustento de los últimos años, aunque la economía se desmorona y la burocracia se debate ineficiente entre la vida y la muerte. La enfermedad, lo obliga a alejarse de la presidencia en 2008 y hasta dejar su cargo en el Partido este año, sin embargo su imagen sustenta a su hermano Raúl y sus mensajes intermitentes siguen escuchándose con reverencia. El mismo se califica como un “soldado de las ideas”
Su permanencia se ha debido, en gran medida, a un temido aparato de represión que persigue a los disidentes. Pero a pesar de los excesos antidemocráticos de estos 52 años, nadie podrá negar que aquel joven barbudo rebelde, hoy convertido en un anciano enfermo y débil, se ganó el respeto y la devoción de su pueblo. Eso lo aprecia el visitante imparcial que puede observar pobreza, pero orgullo de un pueblo que reconoce honestidad en su líder. A diferencia de aquellos tiranuelos que llegan al poder para enriquecerse y que convierten a sus familias y amigos en multimillonarios, Fidel Castro ha sido acusado de muchas cosas, pero nunca de convertir el poder en un botín de su propia casta. Desde este blog, esperamos que el pueblo de Cuba sepa siempre encontrar en su propia identidad, el camino para una vida digna de su gente.
Fidel no es más que un maldito asesino traidor vendido al comunismo que mantiene al pueblo cubano aterrorizado, menos mal que ya esta muriendose
ResponderEliminarNicolás, agradecemos tu participación. Nos hubiera gustado más que evitaras tu satisfacción por la enfermedad de un ser humano o por lo que consideras que es su proximidad ante la muerte. Nosotros criticamos los excesos y los crímenes que se han producido en Cuba, igual que los que se cometen en cualquier lugar del planeta. Tengo mis dudas sobre que sea vendido al comunismo, al menos después de 1989, no hay movimiento comunista capaz de dar subsidios, ni evidencia que Cuba reciba ayuda como sí la recibió antes de la URSS. Después de 1989, todos los regímenes europeos soportado por la Unión Soviética se desplomaron y sus líderes huyeron, fueron apresados o linchados por sus pueblos. Han pasado 22 años y el régimen cubano no se desplomó.
ResponderEliminarCuba estaba mejor sin los hermanitos Castro matando y gobernando bajo el terror, no han salido porque tienen a todo el pueblo aterrorizado y amenazado.
ResponderEliminarDarío, gracias por el comentario. Tu juicio de valor sobre que Cuba estaba mejor con Fulgencio Batista, dictador que convirtió a la isla en un burdel, no lo comparto y eso no me hace seguidor de Fidel. Tampoco puedo considerar que el pueblo cubano sea timorato para vivir inmovilizado por el terror. Cuando un gobernante pierde el respeto popular, no hay terror que impida que el pueblo lo eche del poder y lo juzgue. Eso no ha pasado en Cuba.
ResponderEliminarLE MANDO UN SALUDO A FIDEL CASTRO Y A TODA SU GENTE, POR SER UNA ISLA COMUNISTA YA QUE EN OTROS PAISES NOS GOBIERNAN GENTE CORRUPTA, ASESINA, FALSA,QUE UNDEN A LA POLITICA ECONOMICA SUSTENTADA POR EL GOBIERNO.
ResponderEliminarGracias por escribir. Estás en tu derecho de mandar saludos. Acá respetaremos esa libertad siempre, como admitiremos críticas alturadas a cualquiera.
ResponderEliminar