La Real Policía Montada de Canadá es la fuerza policial más grande del país y está integrada por más de 30 mil efectivos y depende del Ministerio de Seguridad Pública. Su misión es velar por el cumplimiento de las leyes federales a nivel nacional y tiene convenios con 8 de las 10 provincias y los tres territorios del país para ejercer labores en resguardo de las normas regionales y municipales. Adquirió su nombre actual en febrero de 1920, desempeñando también funciones de seguridad nacional, habiendo participado activamente en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Sus miembros, conocidos como “Mounties” son un símbolo de la cultura de Canadá. Han aparecido en muchas películas de Hollywood, donde a menudo representan a los miembros de la Policía Montada como oficiales de mandíbulas cuadradas, estoicos y educados.
Catherine Galliford |
Una oficial de la Policía Montada destacada en Columbia Británica, Catherine Galliford, quien fuera vocera oficial del cuerpo policial en la provincia, presentó un informe de 115 páginas en las que denuncia un sistemático acoso sexual de sus superiores desde que egresó de la Academia en la que recibió instrucción policial. Refirió que uno de sus supervisores hacía referencias sexuales de manera constante cuando se dirigía a ella. “Si tuviera 10 centavos por cada vez que uno de los jefes me dijo que me sentara en sus piernas estaría ahora en un yate en Bahamas”, aseguró. Señaló que otro de sus jefes que trabaja en la división de mujeres desaparecidas, se ufanaba ante sus colegas con ser su pareja y que otro que tuvo a su cargo la investigación de un siniestro de un avión de Air India, intentó tener sexo con ella en repetidas oportunidades, llegando a forzar viajes de servicios para quedarse a solas. Concluye su denuncia señalando que padece de stress postraumático, agorafobia y dependencia a medicamentos, por lo que no pudo seguir trabajando y solicitó permiso hace 4 años.
La agente Karen Katz también presentó denuncias por acoso sexual del oficial Baldev Singh Bamra ante la complacencia cómplice de sus superiores. Reseño que el oficial Bamra comenzó con hostilización hacia ella, quejándose por su supuesta incompetencia en el trabajo en la división de protección de servicios. Dijo que ante esto, pidió y obtuvo su transferencia a otra unidad, pero Bamra consiguió seguirla presionando con abrazos y bromas, estampando su pecho con el de ella con los chalecos antibalas puestos y frotando su entrepierna con la rodilla de Katz, hasta producirse un contacto sexual en 2007. En su demanda incluye a la Procuradoría Provincial y al Ministro Federal de Seguridad por no otorgarle un ambiente de trabajo libre de los atropellos sexuales que han afectado su salud por causas psicosomáticas. Esta denuncia se suma a las ya presentada por al menos una docena de agentes, habiéndose anunciado la posibilidad de una denuncia colectiva. El Comando de la Policía Montada ha dispuesto una exhaustiva investigación, recordando que estas conductas están terminantemente prohibidas por sus reglamentos y que los infractores serían acreedores a sanciones muy severas en al ámbito policial y criminal.
Si que querían montada a la policía... Creo que hay mucho abuso por parte de las mujeres en esto
ResponderEliminarDarío, esta vez no puedo estar de acuerdo contigo. Es evidente que el acoso sexual se dio en los centros laborales toda la vida. Cualquiera que haya trabajado en una empresa o institución lo ha visto y vivido; desde las formas sutiles hasta lo explícito y desvergonzado. Siempre habrá la posibilidad de exceso en la acusación por parte de alguna persona, pero no podemos generalizarlo.
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