¿Qué pasaría si un sacerdote católico irrumpiera en una casa de una ONG autodenominada feminista en la que se debatiera cómo presionar a los gobiernos para que legalicen la práctica del aborto?
No cabe duda que una hoguera mediática se encargaría de atacar no sólo al religioso sino a la Iglesia Católica en su conjunto, hablando de conspiración contra los derechos de las mujeres a decidir lo que quieren hacer con su cuerpo y con el del feto que llevan en su seno durante semanas o meses. Se escucharía a un sincronizado coro de voceros quienes exigirían sanciones morales, civiles y penales contra quien osara interrumpir su debate y oponerse a lo que la mayoría de los asistentes opinaban en ese evento. A pesar de tener una clara vocación por la vida, en Tolerancia Real, somos respetuosos de las opiniones divergentes y en ese supuesto caso, hubiéramos censurado la actitud del clérigo de interrumpir a quienes piensan distinto a él de manera poco civilizada.
Sin embargo, los cables nos señalan hoy, que una activista del grupo feminista FEMEN irrumpió semi desnuda en la Catedral de Colonia (monumento más visitado de Alemania y Patrimonio de la Humanidad) durante la celebración de la misa de Navidad que congregaba a centenares de fieles en la celebración más importante de la cristiandad. FEMEN es una organización originaria de Ucrania que dice protestar contra el turismo sexual, las agencias matrimoniales, organizaciones religiosas, el sexismo y a favor del aborto. Esperan convertirse en la organización feminista más importante de Europa, así como llevar a cabo la revolución de las mujeres para 2017.
Se informó que una mujer de 20 años se puso a protestar en top less, en el propio altar de la Catedral Gótica de Colonia en la que se hallaba celebrando el Cardenal y Arzobispo de esa ciudad, Joachim Meisner. La reclamante saltó desde la primera fila en la que se hallaba sentada al iniciarse la ceremonia litúrgica. En el torso llevaba la inscripción "I am God" (Yo soy Dios). La mujer fue detenedia por la policía alemana que ha presentado cargos contra ella por allanamiento de morada y alteración de práctica religiosa. La protagonista del escándalo reclamaba airadamente contra la postura anti aborto de la Iglesia y la supuesta conducta anti femenina del catolicismo.
FEMEN fue fundada en 2008 en Kiev y está formada por unos 300 militantes, casi todas mujeres. Sus acciones han sido consideradas ofensivas por organizaciones religiosas cristianas y del Islam y tiene como práctica habitual las acciones públicas a cargo de mujeres mostrando los senos y con inscripciones en el cuerpo, con lo que consiguen la atención de la prensa internacional. También han denostado de lo símbolos patrios. En 2012, Inna Shevchenko, dirigente del grupo, protagonizó un repudiable hecho al cortar con una sierra, una cruz cristiana de cinco metros, erigida como homenaje a las víctimas católicas de la implacable persecución soviética producida en la campaña antirreligiosa de 1928 a 1941, ordenada por el dictador Stalin. El monumento donde estaba erigida la cruz cristiana daba frente al Parque Independencia, donde las víctimas fueron torturadas y asesinadas.. Después de destrozar la cruz, Inna Shevchenko adoptó la postura de Jesús durante su crucifixión, mientras otros miembros de FEMEN tomaban fotografías.
No podemos aceptar la doble moral de algunos supuestos libertarios y demócratas que no levantan su voz de protesta ante este atropello contra la fe de millones de personas en el mundo, sino que tratan de justificarlo. Nadie tiene derecho a agredir a otro ser humano, ni a denostar de sus creencias, sean las que fueren. No hay ningún concepto político, religioso o filosófico que se pueda permitir violar el derecho de los demás para tener sus propias convicciones. No estaría bien que se persiga a alguien por no creer en Cristo, Buda, Mahoma o Yavé. Tampoco se puede admitir que quienes creen en alguno de ellos sean humillados y ofendidos, menos aún en sus propios templos.
No cabe duda que una hoguera mediática se encargaría de atacar no sólo al religioso sino a la Iglesia Católica en su conjunto, hablando de conspiración contra los derechos de las mujeres a decidir lo que quieren hacer con su cuerpo y con el del feto que llevan en su seno durante semanas o meses. Se escucharía a un sincronizado coro de voceros quienes exigirían sanciones morales, civiles y penales contra quien osara interrumpir su debate y oponerse a lo que la mayoría de los asistentes opinaban en ese evento. A pesar de tener una clara vocación por la vida, en Tolerancia Real, somos respetuosos de las opiniones divergentes y en ese supuesto caso, hubiéramos censurado la actitud del clérigo de interrumpir a quienes piensan distinto a él de manera poco civilizada.
Sin embargo, los cables nos señalan hoy, que una activista del grupo feminista FEMEN irrumpió semi desnuda en la Catedral de Colonia (monumento más visitado de Alemania y Patrimonio de la Humanidad) durante la celebración de la misa de Navidad que congregaba a centenares de fieles en la celebración más importante de la cristiandad. FEMEN es una organización originaria de Ucrania que dice protestar contra el turismo sexual, las agencias matrimoniales, organizaciones religiosas, el sexismo y a favor del aborto. Esperan convertirse en la organización feminista más importante de Europa, así como llevar a cabo la revolución de las mujeres para 2017.
Se informó que una mujer de 20 años se puso a protestar en top less, en el propio altar de la Catedral Gótica de Colonia en la que se hallaba celebrando el Cardenal y Arzobispo de esa ciudad, Joachim Meisner. La reclamante saltó desde la primera fila en la que se hallaba sentada al iniciarse la ceremonia litúrgica. En el torso llevaba la inscripción "I am God" (Yo soy Dios). La mujer fue detenedia por la policía alemana que ha presentado cargos contra ella por allanamiento de morada y alteración de práctica religiosa. La protagonista del escándalo reclamaba airadamente contra la postura anti aborto de la Iglesia y la supuesta conducta anti femenina del catolicismo.
FEMEN fue fundada en 2008 en Kiev y está formada por unos 300 militantes, casi todas mujeres. Sus acciones han sido consideradas ofensivas por organizaciones religiosas cristianas y del Islam y tiene como práctica habitual las acciones públicas a cargo de mujeres mostrando los senos y con inscripciones en el cuerpo, con lo que consiguen la atención de la prensa internacional. También han denostado de lo símbolos patrios. En 2012, Inna Shevchenko, dirigente del grupo, protagonizó un repudiable hecho al cortar con una sierra, una cruz cristiana de cinco metros, erigida como homenaje a las víctimas católicas de la implacable persecución soviética producida en la campaña antirreligiosa de 1928 a 1941, ordenada por el dictador Stalin. El monumento donde estaba erigida la cruz cristiana daba frente al Parque Independencia, donde las víctimas fueron torturadas y asesinadas.. Después de destrozar la cruz, Inna Shevchenko adoptó la postura de Jesús durante su crucifixión, mientras otros miembros de FEMEN tomaban fotografías.
No podemos aceptar la doble moral de algunos supuestos libertarios y demócratas que no levantan su voz de protesta ante este atropello contra la fe de millones de personas en el mundo, sino que tratan de justificarlo. Nadie tiene derecho a agredir a otro ser humano, ni a denostar de sus creencias, sean las que fueren. No hay ningún concepto político, religioso o filosófico que se pueda permitir violar el derecho de los demás para tener sus propias convicciones. No estaría bien que se persiga a alguien por no creer en Cristo, Buda, Mahoma o Yavé. Tampoco se puede admitir que quienes creen en alguno de ellos sean humillados y ofendidos, menos aún en sus propios templos.
Este es un claro ejemplo del sentimiento de superioridad moral que embriaga a los fanáticos. Del aborto y de la discriminación de la mujer se puede discutir mucho. De hecho, yo personalmente me encuentro en las antípodas de la posición de la Iglesia sobre estos temas, pero a quienes combaten utilizando esos métodos bárbaros y salvajes, no debemos dejarles más espacios dentro de nuestros pensamientos.
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