GANDHI

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"La violencia es el miedo a los ideales de los demás"
SENTENCIAN A 50 AÑOS A LOS ASESINOS DE FACUNDO CABRAL
http://noticieros.televisa.com/mundo/2016-04-07/condenan-50-anos-prision-asesino-facundo-cabral/
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jueves, 27 de octubre de 2016

NO, SIGNIFICA ¡NO!

Soraya Riffy es el nombre artístico de una joven de 21 años que vive en París. Ella es estudiante de enfermería y en las noches trabaja como bailarina oriental en los denominados “café de cachimba”,  también llamados de narguilehhookahshisha o arguile. Son locales, propios del oriente en los que  se fuma tabaco picado con diferentes sabores y aromas en estos utensilios. Muy de moda en Europa y Estados Unidos, son una muestra del mestizaje cultural y sana convivencia en los que además se venden tragos soft y piqueos. Soraya es la menor de 6 hermanos de una familia argelina iraquí y confiesa que se ha hecho agrandar los senos, los que hoy son exuberantes, y operado la nariz. Su sueño siempre fue destacar en la televisión y tentó participar en muchos realities hasta que fue aceptada en el programa francés Touche pas à mon poste! (TPMP) que traducido al español significa algo así como Las manos fuera de mi post. Dice ser musulmana y practicante estricta del Ramadán, pero muestra sus atributos físicos más allá de lo que los seguidores del Corán aconsejan. Afirma haber sido alumna destacada en la escuela y vivir “…una relación complicada…” con su pareja.

Jean-Michel Maire nació en Vosgos (departamento francés ubicado en el noreste) y ha sido periodista político, corresponsal del conflicto de Bosnia y director de Radio de Figaro. En radio y televisión trabajó en Virgin Radio y Enora Malagré, entre otros.
Ambos personajes han protagonizado un escándalo televisivo de proporciones que ha trascendido a la farándula francesa, es tema central en redes sociales y hasta en esferas gubernamentales. Sucede que en el programa Touche pas à mon poste! (TPMP) en Canal 8, dirigido por Cyril Hanouna, se hizo una parodia del robo que sufriera Kim Kardashian el pasado 3 de octubre en París, ciudad a la que asistió para participar en   los desfiles de la Semana de la Moda de París. Soraya hacía las veces de la “Socialitéy Jean Michel el papel de su salvador. Al finalizar el sketch, Hanouna preguntó a Soraya si Jean-Michel podía besarla a manera de recompensa por su actuación, ante lo que la actriz se niega. Luego el conductor francés se acerca a su rostro pidiendo “un piquito” que generó un nuevo rechazo. En ese momento, baja la cabeza y besa fugazmente uno de sus senos.


El resultado de esta acción es la indignación inmediata entre televidentes y grupos feministas, quienes califican el hecho como  “acoso sexual transmitido en directo para todo el país”. El Consejo Superior Audiovisual de Francia, CSA, viene tramitando más de 300 denuncias relativas a este incidente. La socialista Laurence Rossignol, Ministra de la familia, infancia y derechos de la mujer ha escrito en su cuenta en Twitter que: "Incluso en los shows de entretenimiento, cuando una mujer dice 'no', es no. He contactado a la CSA por este ataque sexual". En tanto Maire se disculpó públicamente, Soraya expresó que “no merece ninguna sanción, a pesar de sus impulsos masculinos". Lo cierto es que la joven ha pasado de ser una desconocida a una celebridad, publica varios selfies al día y vídeos de sus entrenamientos en el gimnasio. Ella no esconde que siente que la tan anhelada fama ha llegado a sus puertas.

En Tolerancia Real somos muy enfáticos en decir que nadie tiene derecho a acosar o bromear con una persona que ha expresado su negativa. No puede ser aceptable que alguien invada la intimidad por más que una mujer luzca prendas provocadoras e insinuantes. El no, solo debe entenderse y aceptarse como no. Más allá de los involucrados en este caso y sin pretender sumarnos a un linchamiento mediático, que no compartimos, creemos que se debe ser inflexible en el respeto irrestricto a los demás y no buscar justificaciones a los atropellos como “se lo buscó” o “qué otra cosa podía esperar”.









jueves, 12 de septiembre de 2013

IRÁN: PROHIBIDO NO PROHIBIR

Dicen que en Irán están prohibidos total o parcialmente: la homosexualidad (¿se puede prohibir eso?), el gato como animal doméstico, celebrar el día de San Valentín,  Batman,  el Código Da Vinci, los braquets o parrillas dentales,  Youtube, Google, Twitter, Facebook (aunque los usan el 60% de los iraníes), las muñecas Barbie y Sandy (por inmorales),  Harry Potter, la ropa escotada,  la exhibición en escaparates de corbatas y lencería, el estudio de ciencias políticas, el rap, las bebidas alcohólicas (por eso diariamente hay intoxicados y muertos por ingesta de bebidas sin control sanitario), la carne de cerdo, los suplementos de proteínas, las prendas de vestir de colores brillantes, los perros como mascotas, los maniquíes, la gomina, el tupé, “la cola de caballo” y el peinado mullet (en cambio tienen una guía oficial con “peinados decentes”), Los Simpson, Superman, el hombre araña, los teléfonos inteligentes con capacidad informática y de video (porque amenazan los fundamentos de la familia y contradicen la enseñanza religiosa).

Se proscribe el rock y peor si lo toca o canta una mujer, las heroínas de la League Of Legends (por sus trajes reveladores), el ratón Mickey y otros símbolos occidentales, los que son sustituidos por “héroes de la religión musulmana”, los videojuegos como World of Warcraft y Second Life porque promueven “la superstición, la violencia, los desnudos y la mitología”, las estatuas de Buda, el bikini, la tanga y la minifalda, las revistas como Playboy, la pornografía y los espectáculos de mujeres desnudas, los jeans, los tatuajes y las uñas largas en las universidades. Existe un largo listado de etcéteras en un país que hace unos años buscaría volver a los valores inherentes de la revolución islámica de 1979, a partir de la cual, las mujeres fueron obligadas a cubrirse el pelo en público y a vestirse con ropa ancha y larga.
Muchas de estas prohibiciones se decretan a través de Fatwa, una especie de decretos morales, que en países con gobiernos sustentados en el islamismo, tienen fuerza de ley y son emitidos  por especialistas en derecho religioso en casos que la jurisprudencia islámica no se ha pronunciado específicamente. Uno de los Fatwas más conocidos internacionalmente fue el emitido por ayatolá Ruhollah Jomeini en 1.989, con el que condenaba a muerte al autor de Los versos satánicos, Salman Rushdie, por el crimen de haber escrito "contra el profeta del Islam, y contra el Corán". Indudablemente este decreto buscaba aterrorizar a quienes pensaban cuestionar e insultar a las creencias sagradas de los musulmanes. Otro controvertido Fatwa fue decretado por Osama Bin Laden quien pedía atacar intereses occidentales en el mundo.


Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán hasta agosto 2013
Sin duda, mucho de lo que se escribe sobre Irán es exagerado y no pocas veces con la intención de desacreditar a sus gobernantes manipulando a la opinión pública y predisponiéndola a rechazar cualquier declaración que provenga de estos líderes. Pero la historia demuestra que tras la intromisión de las cúpulas religiosas, las restricciones en la vida de los ciudadanos y el recorte de las libertades de opinión y expresión, se esconden totalitarismos inmensamente dañinos al ser humano y a su condición, así como una corrupción que desintegra a las sociedades. Agazapados y protegidos por los fundamentalismos siempre se encuentran los tiranos, dictadores y asesinos más inmorales y despreciables. Sea cual sea su bandera o sus enunciados políticos y religiosos.
 

martes, 17 de abril de 2012

EL CORÁN ¿AGRESOR O AGREDIDO?

Para 1,800 millones de personas del mundo, el Corán es, además de  miles de versos de sabiduría, la propia palabra de Dios. Afirman que conduce al lector por varios espacios sin que se de cuenta que está leyendo una obra compilada hace 1,500 años. Millones de personas memorizan letra a letra muchos de sus capítulos y miles pueden repetirlo desde la primera a la última línea. Está escrito en lengua árabe, siendo una de las razones para la preservación de la misma. Muchos países adoptaron este idioma, porque sus fundadores lo aprendieron para comprender el Corán. No sólo es la revelación divina, junto a la Hadith (Tradiciones) es el fundamento del Islam y ley para el culto así como para las relaciones humanas en la familia, la sociedad y las relaciones internacionales. Está compuesto por 114 capítulos o suras y es más pequeño que el Nuevo Testamento del cristianismo.

Los principales aspectos de su doctrina tratan temas de Fe (en qué se debe creer), Práctica o adoración, ética (lo que se debe hacer y de lo que hay que abstenerse), lecciones de la historia, de la moral y de las leyendas. Se considera que Mahoma es el autor del Corán aunque no se tiene certeza sobre si alguno de los capítulos o suras fueron escritos por el  Profeta o dictados en su totalidad y luego escritos por otros que lo memorizaron. Luego, los que podían escribir, lo hicieron sobre hojas de palmeras, pedazos de cuero, o hueso seco. Tras la muerte del Profeta, Zaid ibn Thabit, su discípulo, recibió el encargo del Califa Abu Bekr, de recolectar los fragmentos del texto sagrado en un volumen. Los suras fueron ordenados según la longitud, sin tomar en cuenta el orden cronológico. Está escrito en prosa con rima, con estilos diferentes de acuerdo a las etapas de la vida de Mahoma. Como es la palabra revelada de Dios, se consideró que era el idioma perfecto, por lo tanto sirvió como modelo para la oratoria, literatura, gramática, etc.

Los fundamentalismos de todo signo, han distanciado a los seguidores del Islam con el cristianismo y el judaísmo, las otras dos grandes religiones monoteístas del mundo. Intereses económicos y militares, también han utilizado estos desacuerdos religiosos para favorecer invasiones, cruzadas, guerras santas y no santas. Luego del 11 de septiembre de 2001, el encono ha ido en aumento, tanto que en EEUU y en otros países de occidente, se han hecho amenazas de quemar el Corán, adicionando intolerancia ante la supuesta actitud agresiva de algunos musulmanes. Hoy, las noticias nos informan sobre la cancelación del contrato que tenía una imprenta alemana con Die Wahre Religion (La Verdadera Religión), liderada en Alemania por Ibrahim Abou Nagie, sindicado como un peligroso predicador por la inteligencia germana. Los directivos de la imprenta cedían así ante enormes presiones sociales y políticas. Islamitas locales pretendían la distribución gratuita de 25 millones de ejemplares en Alemania, Austria y Suiza en el marco de una campaña denominada Lee, en nombre del Señor que te creó que tenía la pretensión de llegar a todos los hogares, independientemente de la fe de los moradores.

“Los salafistas (rama del Islam practicado en Arabia Saudita) han lanzado un asalto frontal contra la gente de otros credos y contra los no creyentes” dice el diario Die Welt. El número de musulmanes en Alemania se calcula en 4.3 millones, aunque los medios denuncian que no buscan la integración sino que mantienen una prédica contra occidente y sus costumbres y que pretenderían minar la democracia. Sin embargo, surge la pregunta ¿si en algún país árabe con 4 millones de judíos o cristianos, se prohibiera la edición de la Torá o la Biblia, aduciendo que occidente pretende agredir al Islam, nos parecería que se trata de extremistas intolerantes? Antes se quemaban libros que “envenenaban” el alma; ¿ahora se impide que los impriman?