Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico en el que los musulmanes conmemoran uno de los hechos más sublimes de su fe, que es la revelación del Corán al propio Mahoma por parte del Arcángel Gabriel. Este periodo se dedica a la práctica y el ejercicio de la perfección espiritual. Su característica más notoria es el ayuno, mandado por Alá. Debido a que el calendario lunar tiene 11 días menos que el gregoriano, las fechas del Ramadán no coinciden cada año con las del calendario usado en occidente. Así por ejemplo, el año pasado se inició el 22 de agosto y este año se ha iniciado el 11 de agosto.
El advenimiento del mes de Ramadán trae para los musulmanes uno de los acontecimientos más importantes y particulares, tanto real como simbólicamente, Lailat-ul Qadr, la noche del decreto, es aquella en la cual Mahoma recibió la primera revelación del Sagrado Corán y así comenzó su misión como Profeta y Mensajero de Alá. Por si solo este hecho es causa de gran regocijo.
El ayuno empieza tras la aparición de la luna al finalizar el octavo mes lunar, llamado sha´ban. Consiste en la abstinencia de comidas, bebidas y relaciones sexuales desde que raya el alba hasta el ocaso. Se exige a todo adulto de ambos sexos que sea sano de juicio, saludable y residente (no de viaje). Se exceptúan las mujeres con menstruación, puerperio, embarazadas o lactantes. Tampoco se exige ayunar a los ancianos débiles, ni a los enfermos mentales, los que estén de viaje, los que ejercen trabajos muy duros y que no tienen la posibilidad de encontrar otro trabajo más liviano. En compensación deberán dar de comer a un pobre tantos días como aquellos en los que no hayan ayunado. Hay casos en los que podrán dejar de ayunar, pero deberán compensar los días desayunados, es el caso de los enfermos a quienes el ayuno puede agravar su estado, pero cuya curación se prevé que vaya a producirse.
En el ayuno deben cumplirse determinados deberes como el Suhur, que es comer entre la media noche y la hora de inicio del ayuno. Se debe romper el ayuno inmediatamente después de producirse la puesta de sol y al comienzo del tiempo de oración, siendo menester orar y suplicar al romper el ayuno diario. Deben abstenerse de todo lo que contradiga al ayuno en lo moral evitándose las malas palabras y pensamientos. Se utiliza el siuák que es un trozo de rama de árbol con muchos beneficios para la boca y las encías que se usa como cepillo de dientes. Del mismo modo debe observarse una mayor generosidad que la que es exigida habitualmente al musulmán, incrementar la lectura del Corán ya que según el Profeta: “El ayuno y el Sagrado Corán intercederán a favor del siervo el Día de la Resurrección."
Sí es permitido bañarse y sumergirse sin tragar agua, enjuagarse la boca al asearse sin tragar agua, besarse entre esposos, pero sin llegar al orgasmo ni salida de semen, la venopunción aplicada como tratamiento médico, las inyecciones que no sean nutritivas, tragar cosas inevitables como polvo y saliva, uso de supositorios, colonias, maquillajes. El Consejo Nacional Islámico Fatwa de Malasia ha elaborado una guía para musulmanes en el espacio. El documento denominado "Guía para el Desarrollo de Ritos Islámicos (Ibadah) en la Estación Espacial Internacional", detalla temas como la manera de orar en un ambiente de ingravidez, cómo orientarse hacia La Meca desde la Estación Espacial Internacional, cómo determinar los tiempos de oración y temas sobre el ayuno. La guía se ha traducido al árabe, inglés y ruso.
Este año es especialmente duro para los centenares de millones de musulmanes que ayunan en el Ramadán. El calor en Medio Oriente, que supera los 40 grados, agudiza el rigor del ayuno habiendo reducido la jornada laboral a 6 horas diarias en países como Jordania y Líbano. En Los Emiratos Árabes se dio una norma que permite comer a los peones si el calor los agobiaba en forma extrema. El caso es sumamente difícil en Pakistán con más de 6 millones de personas que viven una crisis alimentaria luego de sufrir una de las peores inundaciones de su historia.
Esta celebración también es objeto de intensas campañas comerciales, similares a la Navidad en occidente. Se habla de un Islam pop con telenovelas sobre el Ramadán, publicidad promoviendo la entrega de regalos y celebración de banquetes a la hora de romper el ayuno. Las empresas telefónicas han adaptado en sus equipos móviles una función para orientarse hacia La Meca y con textos escogidos del Corán. Coca Cola busca mercado en el mundo musulmán con motivo del Ramadán, decorando sus latas con una luna creciente y una estrella.
Esta celebración del Ramadán que es la número 1,431, encuentra al mundo árabe en medio de una serie de conflictos entre algunos de sus países, con Israel y algunas naciones de occidente. Que este tiempo de ayuno y oración den la sabiduría a los líderes musulmanes para guiar a sus pueblos por la senda de la paz y el bienestar.
Gracias por la informacion y detalles que nos ayudan a conocer un poco mas del intrincado mundo islamico que es incomprendido e incomprensible muchas veces.
ResponderEliminarEsas fiestas las han revivido ahora para fomentar la violencia. Deberias hablar de otros temas y no de los fanaticos violentos.
ResponderEliminarGracias a Martín por sus palabras que nos comprometen a seguir. A Roberto me gustaría decirle que agradeciendo que me lea y escriba, debe pensar que estas fiestas tienen cientos de años y centenares de millones de creyentes a los que hay que respetar. El mundo musulmán es más que algunos fanáticos radicalizados y hay que considerarlos y respetarlos como tales.
ResponderEliminarSaludos a ambos