Pakistán es un país que nació en 1947 al independizarse del Imperio británico y tras la partición de la India. Se organizó como un estado islámico que incluía Bangladesh con el nombre de Pakistán Oriental. Su antagonismo con India trajo como resultado tres guerras (en 1947–1948 y 1965 por la posesión de Cachemira y en 1971 con motivo de la independencia de Bangladesh). En medio de estas cruentas conflagraciones, han desarrollado armas nucleares cuya posesión mantienen al no adherir al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
La República Federal de Pakistán se ubica al sur del continente asiático y limita al noroeste con Afganistán, al noreste con China, al este con la India, al oeste con Irán y al sur con el océano Índico. Tiene 180 millones de habitantes en un territorio de 803,000 Km2. El 97% de su población es musulmán, (77% sunitas y 20% shiítas). Sólo el 43% de su población es alfabetizada, (apenas 29% de las mujeres saben leer y escribir) y su tasa de pobreza es 28%. Sus lenguas oficiales son el Urdú y el Inglés. Es gobernado desde 2008 por el viudo de Benzir Bhuttho, Asif Alí Zardari del Partido Popular de Pakistán.
En estos días, 20 millones de personas necesitan urgente ayuda en este país, víctima de las inundaciones más dañinas de los últimos 80 años, tanto que el área afectada se ha convertido en el lago de agua dulce más grande del mundo, tan extensa como Bélgica, Austria y Suiza. Se habla que hasta el 25% del territorio de Pakistán está siendo afectado por el agua. La sureña provincia de Sindh, desbordada por el río Indo, es la más afectada. Estas inundaciones, producidas desde fines de julio, han causado la muerte de más de 1,600 personas.
Se estima que esta crisis que se da en el país requerirá de 15,000 millones de dólares para resolver los problemas de infraestructura, salud y hambre que se han agudizado con esta catástrofe.
Mientras tanto, el Banco Mundial, el FMI, Estados Unidos, Europa y Asia anuncian esfuerzos por auxiliar a este país que, sin embargo, sigue teniendo a millones de habitantes colapsando por esta dramática crisis. Resulta increíble que no se puedan reunir los fondos para atender esta hecatombe mundial cuando, según algunos economistas, como William Nordhaus de la Universidad de Yale, el costo de la guerra con Irak sería de 1,9 billones de dólares para Estados Unidos.
¿Querrán las potencias del mundo ayudar a estos millones de seres humanos?
Los países desarrollados prefieren utilizar su dinero en subvencionar a sus grandes corporaciones o para subir los precios de sus productos y son indolentes ante el hambre y los problemas del resto del mundo. Este caso de Pakistán no hace sino confirmarlo.
ResponderEliminarGracias Gerardo, eso es lo que nos consterna y subleva. No es admisible que hoy, en la llamada era de la globalización, veamos padecer a millones de seres humanos ante la indiferencia cuando no de la complicidad de los ricos y poderosos.
ResponderEliminarSaludos
definitivamente Eu es mas sucio que pakistan, cual es el pecado de pakistan? su religion , eso es todo, las potencias mundiales no quieren ayudar , son seres humanos, niños, que doloroso ver como la humanidas de hace pedazos a si misma :(
ResponderEliminarA pesar del tiempo transcurrido desde esta entrada (más de 19 meses)las potencias desarrolladas no han dado pasos para solucionar los problemas de subsistencia de muchas regiones del planeta. Esos desequilibrios serán siempre una amenaza para la paz mundial.
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