En el siglo XXI, era de las comunicaciones y globalización, siguen sorprendiéndonos informaciones que dan cuenta del comercio de personas, venta de esclavos y organizaciones que ofrecen personas como si se tratase de mercancías. Si bien esta práctica tiene miles de años, se esperaría que la humanidad evolucione y supere esta lacra. Sin embargo, en los países pobres de América, África y Asia, hoy vemos con estupor que se ha consolidado una industria, muy organizada que ofrece cínicamente “turismo sexual”, en el que se incluye como atractivo mayor, la presencia de menores de edad. Por ejemplo, en India y el sudeste asiático, las mafias que trafican con mujeres y niños reclutan a sus víctimas en zonas rurales con promesas de trabajo urbano. Allí descubren que fueron vendidos a burdeles a los que tendrán que pagar lo que supuestamente han costado, sirviendo a clientes. Nunca cancelan sus deudas ya que se va sumando el costo de su manutención. En otras ocasiones, las jóvenes son violadas y los esclavistas aprovechan el estigma creado para obligarlas a prostituirse ya que “nadie las podrá querer así de deshonradas”
En Tailandia resulta común que determinados taxistas suelen fungir como “relacionistas públicos” de la cadena productiva criminal de la prostitución, esclavitud sexual y venta de personas. Anualmente unas 10 mil chicas pasan de Myanmar (antigua Birmania) a Tailandia para estos fines. Se estima que 200 mil personas son víctimas del tráfico humano en Asia cada año, provenientes de Nepal, Filipinas, Camboya y Myanmar. En Tailandia y Singapur se existe un inmenso mercado para estas mujeres en condiciones de indignidad abusando de su condición de indocumentadas. En China, debido a la desproporción entre personas de ambos sexos, debida a la proliferación de abortos de niñas por la preferencia por los varones. Se ha llegado a una tasa de 100 mujeres por cada 116 hombres, estimándose que para el año 2020 habrán 24 millones de chinos sin pareja, originando un boom del negocio de la prostitución y venta de personas para matrimonio en un país que mejora su capacidad adquisitiva. Hace 20 años, se daba el caso de la venta de mujeres chinas campesinas vendidas en Japón y huyendo de la pobreza para casarse con solitarios de avanzada edad. Eran llevadas por agencias que las publicitaban por catálogo.
Hoy se anuncia que países como Vietnam o Brunei, tienen organizaciones que ofrecen a los chinos, la posibilidad de comprar esposa desde mil dólares y con una garantía de reposición por un año, en caso la mujer se escapara. Las mujeres de esos países ven en China como una puerta de escape a la pobreza y para los chinos, supone una menor carga que afrontar en su vida marital ya que sus compatriotas son muy exigentes en casa, auto y gastos elevados. En las 10 ciudades más grande de China, se calcula que se requiere patrimonio de aproximadamente 320 mil dólares para casarse, considerando una casa de 80 m2, menaje, auto, fiesta matrimonial, viaje de novios y lo gastado en el noviazgo. La alternativa ofrecida por las agencias de una mujer guapa y dócil por cifras que pueden llegar a 6 mil dólares cuando se trata de jóvenes vírgenes, resulta atractiva, aunque para las mujeres, que muchas veces no dieron su consentimiento, no es muy interesante por lo que a menudo se fugan del nuevo hogar.
La agencia china Xinhua, dio a conocer que durante agosto pasado, en Shuangfeng, en la provincia de Hunan, se dio una fuga masiva de 50 flamantes esposas que habían sido adquiridas a 5,866 dólares, llegándose a pensar que podría haber sido tramado por la agencia vendedora a fin de volver a vender a las mujeres y duplicar sus beneficios. Debido a esto, el requisito de la garantía de reposición es siempre reclamado al hacer la transacción. Según la Federación de Mujeres Chinas, en la ciudad fronteriza de Dongxing (Guangxi), de 120,000 habitantes, viven 1,269 mujeres vietnamitas de las que 647 viven con chinos sin mediar ninguna formalidad legal.
El Perú no es ajeno a éste problema, en casi todas las ciudades del Perú, especialmente Lima e Iquitos, existe el tráfico de mujeres niñas explotadas en prostíbulos de la peor especie. Lo peor es que las autoridades hacen caso omiso a éste problema, tanto así que actualmente hay hasta congresistas en funciones que son propietarios de prostíbulos y nadie dice nada.
ResponderEliminarUna de las formas más viles de explotación en la humanidad es la trata de mujeres y peor si son menores de edad. Ni el Perú, ni la mayoría de países latinoamericanos se salvan de esta lacra, pero también se da en países desarrollados en los que se reclutan mujeres para tenerlas como esclavas sexuales.
ResponderEliminarLa prostitución es el oficio mas antiguo del mundo y será el último en ejercerse en el final de los tiempos. Lo que está mal esque lo ejerzan menores de edad o mujeres esclavizadas, lo demás siempre hubo y habrá, ahora se prostituyen los hombres y los homosexuales gracias a la liberación femenina y al "orgullo gay"
ResponderEliminarGracias L.Farfán. La prostitución es muy antigua, pero hay determinadas maneras de su ejercicio que son infrahumanas y criminales, que no tienen justificación, aunque se hayan realizado desde la época del Rey Pepino. Que determinados países sean destino de personas que van a ser llevados a un tour sexual que incluye a menores de edad y a personas esclavizadas, es un crimen de lesa humanidad que nadie desea, pero que hay que poner en evidencia para que el mundo lo conozca y rechace.
ResponderEliminarLa trata desde luego es un execrable delito que debe ser combatido, pero me llama la atención no haber hallado un sólo caso a lo largo de muchos años que he sido cliente de prostitutas.
ResponderEliminarSin embargo lo que sí he encontrado son otros delitos contra las meretrices que no tienen para nada la misma repercusión mediática. ¿Podrá ser que todo este asunto de la trata se esté empleando para encubrir una serie de abusos de los que las prostitutas son víctimas pero que no interesa que sean conocidos por la opinión pública?
La trata de personas (no sólo de mujeres para prostituir) es un problema que preocupa a muchos países del mundo porque se trata de organizaciones con mucho dinero y poder, que resulta muy difícil de combatir por un estado y se requiere la decisión política de la Comunidad Internacional para desterrarla. Aparte de la trata de blancas y del comercio sexual de niños, están los trabajadores esclavos que siguen generando inmensas ganancias a las poderosas mafias. También es muy fuerte el secuestro y comercio de personas para extraerles órganos, para adopciones, etc. Su modus operandi y el terror que siembran en sus víctimas, hace que sea muy difícil detectar a las personas sometidas, tal como lo señalas en tu comentario. Gracias por escribir.
ResponderEliminarme encanteria comprar una mujer asiática,estoy dispuesto hacerlo ya que soy muy dueñas de casa y carñozas mi carreo jmarcardenas@hotmail.com ---fecebook
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