Tal como quedó evidenciado en nuestra entrada de ayer, los tabúes y la intolerancia siguen utilizando armas para detener el avance de los pueblos por la justicia social, la libertad y la igualdad de derechos sin distingo de sexo, raza o credo. Así como en Egipto, China pretende utilizar argumentos decimonónicos para desacreditar a uno de sus más ilustres disidentes modernos, Ai Weiwei. Luego de acusarlo de delitos financieros, ahora pretenden quemarlo en la hoguera política denunciándolo por conductas impropias al promover la pornografía por haber divulgado fotos de desnudos en su página web. El efecto producido es que miles de ciudadanos chinos lo siguen y apoyan su accionar contra el gobierno del Comité Central del Partido Comunista de la República Popular China. La influyente revista Art Review lo considera como la persona más influyente en el arte actualmente.
Ai Weiwei es un artista chino nacido el 28 de agosto de 1957, hijo de un poeta purgado por la Revolución Cultural de Mao Tse Tung. Además de diseñador arquitectónico es activista social en defensa de los derechos humanos en su país. Fue el consultor artístico de la fastuosa obra conocida como el “Nido de pájaro” que fue el escenario principal de los Juegos Olímpicos de Beiging 2008. Durante el terremoto de 8 grados en Sichuan, el 12 de mayo de 2008, que costó la vida de 90 mil personas y más de 100 mil millones de dólares en daños; 5 colegios fueron aplastados quedando centenares de niños dentro. Weiwei denunció las deficiencias y negligencias en la construcción de esos centros de estudios, con materiales de mala calidad y sobrevalorados. Fue detenido por la policía y golpeado al extremo que tuvo que ser hospitalizado y operado de urgencia.
En noviembre de 2010 fue demolido su estudio en Shangai que le había costado más de 1 millón de Euros y es detenido cuando iba a celebrar una cena en la que informaría las verdaderas razones de tal atropello, como por ejemplo su apoyo a la disidencia. En enero de 2011 fue cancelada una gran exposición artística suya. El 3 de abril de 2011 fue detenido en el aeropuerto de Beiging cuando se aprestaba a viajar a Hong Kong, sin mediar orden de captura ni informar a la familia. El 7 de abril, el gobierno explica que fue detenido por “crímenes económicos” sin precisar el lugar de reclusión. Se le acusaba de fraude fiscal y se le requirió el pago de 15 millones de yuanes (1.7 millones de Euros). Tras 81 días, es liberado el 22 de junio. La solidaridad de sus compatriotas no se ha hecho esperar, unas 20 mil personas le han hecho llegar 8.7 millones de yuanes de las maneras más insólitas como cestas entregadas en su casa o billetes doblados en forma de avión lanzados a la puerta de su vivienda. Sin embrago, muchos lo han hecho con nombre propio desafiando al aparato de represión chino.
Weiwei no ha dejado de denunciar las torturas en las cárceles y los hechos de corrupción. Tiene un sitio de internet y su cuenta de Twitter captó más de 70 mil seguidores pese a la censura a internet y a las redes sociales vigente en su país. Recientemente ha sido acusado de promover la pornografía por haber publicado en su página la fotografía titulada “Un tigre, ocho senos” en la que aparece desnudo junto a 4 mujeres también desprovistas de prendas de vestir. Sus seguidores han creado un sitio de internet llamado “Los fans de la desnudez de Ai Weiwei” en la que han colocado numerosos desnudos artísticos exclamando que “la desnudez no es pornografía”. Los seguidores de Ai señalan que es un intento desesperado del gobierno chino de amedrentar a su crítico social más destacado y que lo que hacen es llamar la atención del pueblo de una manera llamativa y creativa.
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