Salvador es la tercera ciudad del Brasil, situada en el nordeste del país, corazón de la cultura afro-brasileña y protagoniza anualmente una de las mayores fiestas callejeras del mundo. Se esperan unos tres millones de participantes del 16 al 21 de febrero quienes deberían gastar 300 millones de dólares. Desde el 31 de enero, una gran tensión recorre las calles de Salvador, Bahía y Río de Janeiro, ciudades que en años anteriores vivían ya la efervescencia festiva, propia de la víspera del carnaval más afamado del planeta y sin duda, el de mayor alegría y colorido. Ese día se desató en Bahía una huelga de policías quienes luego tomaron la sede del Parlamento Regional acompañados de mujeres y niños. Se produjeron algunos enfrentamientos que obligaron a las fuerzas del orden que no se plegaron a la huelga a lanzar bombas lacrimógenas y balas de goma. El jueves 9 de febrero, unos 250 policías abandonaron la sede legislativa, pero mantenían su medida de fuerza.
La Asociación Brasileña de Agencias de Turismo asegura que ha recibido cancelaciones de al menos 10% de los turistas que habían planificado visitar la ciudad durante el carnaval. El Departamento de Estado de EEUU difundió un aviso advirtiendo contra los viajes a Salvador y las empresas de cruceros solicitaron a los pasajeros que permanezcan a bordo cuando las naves hagan escalas en la ciudad. Dos policías militares del estado fueron arrestados el viernes, acusados de integrar un grupo de exterminio que asesinó a cinco personas el 3 de febrero, y las autoridades investigan si las muertes están vinculadas a la huelga. La Policía de Bahía mantenía el viernes la protesta que ha provocado una ola de violencia con un saldo de 157 muertos, (más del doble de lo habitual).
Hoy viernes 10 de febrero de 2012 se sumó la policía y bomberos de Río de Janeiro a la huelga, amenazando al universalmente famoso Carnaval de Río que comienza el 17 de febrero aunque las autoridades anunciaron que si fuera necesario, el Ejército patrullará la ciudad que aguarda la llegada de 850 mil turistas, pudiendo destacar 14 mil soldados y guardias nacionales, aunque no ha mostrado incidentes mayores concluida la primera jornada de paralización. Según los comandos institucionales, las fuerzas policiales no han sido afectadas en nada respecto a su operatividad. Se informó que 59 policías de Rio fueron arrestados por paralizar el trabajo o liderar la protesta. Otros 100 efectivos serán juzgados en libertad por faltas menores. 123 salvavidas fueron acusados de faltar al servicio y serán sometidos a “prisión administrativa” ya que los policías militares y bomberos no tienen derecho a sindicalizarse ni hacer huelga en Brasil. En un episodio aislado, un coche policial fue atacado a tiros por un grupo de 15 motocicletas en la zona norte de Rio.
Los salarios de la policía son de 700 dólares ante lo que solicitan un piso salarial de 2,040 dólares más 400 en vales de alimentos. El gobierno federal, el gobernador de Bahia Jaques Wagner (Partido de los Trabajadores, en el poder) y el gobernador de Rio, Sergio Cabral (PMDB, aliado de Dilma Rousseff) han denunciado un movimiento nacional orquestado para crear pánico en la población a una semana del Carnaval. Rio y Bahía son dos de los mayores destinos turísticos de Brasil, especialmente durante el Carnaval, y ambas serán sede de la Copa del Mundial de Fútbol 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario