“Mambrú se fue a la guerra” es la versión en español de una canción infantil bicentenaria, original de Francia. Fue compuesta tras la batalla de Malplaquet (1709), la más sangrienta de la Guerra de Sucesión española, que enfrentó a los ejércitos coaligados de Austria, Inglaterra y Holanda contra Francia. A pesar de perder militarmente, los franceses creyeron muerto al comandante de los enemigos, el duque de Marlborough y que es a quien se dedicó la canción burlesca. Se dice que la melodía es de origen árabe y habría llegado a Francia llevada por los cruzados.
La canción se popularizó en tiempos de Luis XVI cantada por una nodriza, agradó a los reyes, se difundió por Versalles y por todo el reino. A España llegó por influencia de los Borbones, y fue traducida a Mambrú. En el siglo 19, llegó a América con lo que obtuvo dimensiones intercontinentales. Solían cantarla sobre todo las niñas, típicamente acompañando al juego de rayuela. Un poema de Mario Benedetti, que lleva por título "La vuelta de Mambrú", está dedicado al personaje y a lo que sucede después de su vuelta de la guerra.
Escopetarra |
Sin embargo, en Colombia se lanzó la campaña ‘Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento’ que propugna la protección de los menores de edad obligados a pertenecer a los grupos armados ilegales. Se presentó en el colegio Balbino García de Piedecuesta, (Santander) y en 27 ciudades del país. En Bogotá el evento tuvo lugar en la plaza de Bolívar y contó con la presentación especial del guitarrista César López Villegas, creador de las ’escopetarras’ (guitarras hechas a partir de armas de fuego), como un símbolo de paz nacional.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró que el 47% de los 25 mil desmovilizados de los grupos alzados en armas, ha manifestado que ingresaron a esos grupos siendo menores de edad. "Por eso, todos los colombianos, no debemos descansar un solo minuto hasta que Mambrú no vaya a la guerra sino que baile hip hop", dijo. Continuó diciendo: "Quiero aprovechar esta oportunidad para mandarles a los grupos ilegales un mensaje muy claro: si ellos realmente quieren la paz, como la queremos todos los colombianos, tienen que comenzar a hacer unos gestos, como liberar a los secuestrados, como dejar de reclutar a los niños, como liberar a todos los niños que tienen reclutados en sus filas”.
.Por su parte, el defensor del pueblo, Vólmar Pérez, ha dicho que los menores de edad siguen siendo vinculados al conflicto armado por los grupos armados ilegales para cumplir roles de combatientes, pistoleros y esclavos sexuales. Se estima que 11,000 menores de edad participan del conflicto, con una tendencia creciente, lo que ha conmocionado a la opinión pública colombiana e internacional. Para Lina María Arango Dávila, gerente de la Alta Consejería para la Reintegración (ACR), el objetivo de 'Mambrú no va a la guerra' es rechazar la vulneración de los derechos de los niños. "Además se pretende generar un entorno de protección para los pequeños ante el conflicto armado que se vive en el país".
Resulta inadmisible que inescrupulosos de todos los colores y ubicación en el planeta, utilicen a niños como sacrificados escudos de sus fuerzas, como “niños bomba” o sirvientes esclavos. Colombia y el mundo entero esperan un gesto de humanidad de los grupos rebeldes y ese gesto no puede demorar, tiene que ser ahora mismo.
Independientemente de la posición que se tenga respecto del gobierno y la guerrilla, nadie puede decir que los niños sean partícipes de la guerra. Sería un paso adelante que no se les reclute y que se les deje vivir su infancia en paz. Aquel que no lo haga desnudará sus verdaderas intenciones contrarias al pueblo colombiano
ResponderEliminarGracias Irene. Realmente hay que ser muy despiadado para reclutar niños en un ejèrcito sea cual fuera la causa que defienda. Todos los esfuerzos por darle a los niños su verdadero espacio y alejarlos de la violencia, será digno de ser apoyado e imitado.
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