Sao Paulo, con sus festivas batucadas, es llamada por los brasileños como la ciudad que no puede parar. En su área metropolitana viven 20 millones de personas, la metrópoli más poblada de Sudamérica y la segunda de América. En mayo pasado, la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC) lanzó una ofensiva que dejó más de 150 muertos en Sao Paulo. Se trató de una ola de atentados y motines carcelarios que sumió a la población en el temor y la incertidumbre.
El Primer Comando Capital PCC, es una organización fundada en 1993 para defender los derechos de la masa penitenciaria en la cárcel de Taubaté, de alta peligrosidad. Pretendía "combatir la opresión dentro del sistema penitenciario paulista" y "vengar la muerte de los 111 presos", en 2 de octubre de 1992, en la masacre del Carandiru, a manos de la policía militar. Luego de pasar inadvertida para la opinión pública, salió a la luz en febrero de 2001 cuando organizó la que hasta entonces fue la mayor rebelión de prisiones en Brasil. Llevó 27 horas someterla.
Cuenta con una base de más de medio millón de personas, la mayoría armados y con un juramento de sometimiento a la organización. Además posee una estructura financiera que le permite adquirir armas sofisticadas, comprar autoridades y pagar la carrera universitaria a quienes serán sus abogados. Cotizan una tasa mensual de 50 reales, si estuvieran detenidos, y de 500, si estuvieran en libertad. Es la principal organización criminal del Brasil y es regido por un estatuto de 16 puntos, poseen una estructura administrativa descentralizada y tienen presencia en los barrios marginales de las principales ciudades. El grupo predica "lealtad, respeto y solidaridad" a sus miembros. Propugna también una lucha por la "libertad, justicia y paz" y clama mejores condiciones en el sistema penitenciario brasileño (con foco en el Estado de São Paulo), alegando que los presos son torturados y tratados de forma inhumana.
Luego de una serie de pugnas entre facciones y purgas internas, el actual líder de la organización es Marcos Willians Herbas Camacho, "Marcola", hijo de boliviano y brasileña, nacido en Osasco, Sao Paulo, hace 43 años, más de la mitad de los cuales los ha pasado en prisión y actualmente preso por asalto a bancos. El 12 de mayo de 2006, dirigió la mayor ola de violencia en la historia reciente de São Paulo, dejando por lo menos, cuarenta y cinco muertos entre policías, agentes penitenciarios y civiles. Como represalia, las fuerzas del orden mataron a ciento siete personas consideradas sospechosas de participar en los ataques.
Ha intentado dar un sesgo político a su grupo, se habla de su interés en que representantes de su grupo participen en las elecciones del estado y nacionales. Dicen que ha leído más de 3000 libros y tiene predilección por Dante Alighieri. Según el ex Zar antidrogas brasileño, Walter Maierovitch, el PCC es extremadamente peligroso porque su liderazgo es de jóvenes y violentos criminales que son mucho más inteligentes que los bandidos tradicionales. "Marcos Camacho, el líder del PCC es una persona brillante", dijo. "Ha leído inclusive a Dante y sabe muy bien cómo transformar nuestras vidas en un verdadero infierno".
Actualmente el PCC se ha internacionalizado, contando aparentemente con el apoyo de redes mafiosas de Paraguay, Argentina, Uruguay y Colombia. Investigaciones periodísticas indican que tendría su base principal de operaciones en Paraguay; debido a la corrupción y hasta posible complicidad del gobierno paraguayo con las actividades ilícitas de esta organización.
Es uno de los peligros que se ciernen sobre las sociedades y que tienen su origen en el grado de descomposición y corrupción de muchas de sus instituciones.
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