En Uruguay, una ola de frío mató a seis personas, cinco de ellos indigentes de Montevideo, donde unas 650 personas viven en la calle, lo que ha generado fuertes cuestionamientos políticos al gobierno.En la noche del lunes, fueron trasladados 130 indigentes uruguayos a los refugios preparados para tal fin. El plan de acción del Ministerio de desarrollo social fue puesto en marcha a exigencias del presidente de la República, José Mujica, quien se exasperó por la sexta muerte a causa de hipotermia de una persona en abandono. Esto motivó a que se diera la orden a la Ministra de desarrollo social, Ana Vignoli de trasladar a los refugios a la mayor cantidad de menesterosos para pasar la noche bajo la protección y cobija de un techo. El martes, el Senado aprobó una ley que permite a las autoridades internar por la fuerza a los indigentes que viven en la calle, muchos de los cuales sufren alteraciones mentales o son adictos
En los nuevos operativos organizados intervienen psiquiatras, psicólogos y asistentes sociales del Ministerio de Salud Pública o de diferentes mutualistas. Van acompañados por efectivos policiales. Centenares de indigentes siguen viviendo en las calles de Montevideo y muchos se niegan a concurrir a los refugios de la ciudad. Rechazan la disciplina, se sienten inseguros con la convivencia y dicen que tienen derecho a no ser obligados. Aducen que es una maniobra política. “Un mugriento que nunca trabajó en su vida, hijo de papá y mamá y que ahora es edil o diputado, dice: ‘Qué barbaridad, hay que sacarlos de la calle’. “Es todo para justificar la guita que se llevan”.
“Hay gente que viene de lejos, de Colón, y nos ayuda, nos da comida caliente. Y eso sin pedir nada, solo por ayudar” Esto lo hacen desafiando indicaciones en contrario de la Intendencia que afirma que eso significa estimular la permanencia a la intemperie. En los refugios el problema es que “te roban, te pegan y no les importa qué es lo que vos querés”, dice otro indigente.
El problema con los refugios, según Graciela, es que no tienen en cuenta las necesidades de la gente. “Si me siento, me dicen que no me siente y no me dejan llevar los paquetes. Hay mucho psicólogo, pero vos sos un número; estaba recién operada y me dieron la cucheta más alta; te faltan las cosas y nadie se hace responsable. Un día, a las nueve de la noche me acerqué a la puerta y me preguntaron: ¿A dónde vas? Y yo dije: A donde quiera, y me fui”.
En este blog y suponemos que en el gobierno uruguayo también, sabemos que estos problemas son típicos de estos meses de invierno en el hemisferio sur. Es imperdonable que por desidia e improvisación, recién se comience a pensar en cómo actuar. Esto no ocurre sólo en Uruguay. Pareciera que las autoridades recién se enteraran que en esta época de todos los años, los termómetros ven bajar los niveles de mercurio. Negligencia punible, lo llamarían algunos juristas.
Es una falta de conciencia social absoluta lo que hacen los gobernantes como Mujica, saben que en el invierno se muere la gente de frío y a ultima hora se acuerdan y tratan de dar leyes, pero ya se murieron las personas, total, para ellos no valen nada. Ojalá se fueran todos los políticos.
ResponderEliminar