El gobierno de los Estados Unidos demandó a un Sheriff del condado de Maricopa, estado de Arizona, Joe Arpaio, por falta de cooperación en una investigación sobre supuesta discriminación contra los inmigrantes hispanos. El comisario Joe Arpaio, en su afán por impedir el ingreso de inmigrantes indocumentados desde México, ha venido adoptando medidas excesivas, llegando a acosar a los hispanos que viven en su comunidad.
La secretaría de Justicia intentó obtener de Arpaio, desde marzo de 2009, documentos relacionados con sus redadas, incautaciones, allanamientos y operativos de control inconstitucionales, pero no recibiò colaboración, según una fuente oficial. También se le ha denunciado por utilizar solamente el inglés en sus cárceles, impidiendo la debida defensa de los que no hablan ese idioma. El plazo que tenía el comisario para cumplir con la entrega de la información requerida, venció el 17 de agosto, sin embargo su abogado, Robert Driscoll, aseguró que no había sido notificado conforme a ley, hecho que fue interpretado como una triquiñuela usada por la defensa. Por su parte, Arpaio se quejó diciendo que había entregado todo lo que se le había pedido en su momento y que había dado toda su colaboración por lo que le sorprendía esta “actitud de Washington”.
La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, ha promulgado, el 23 de abril de 2010, la controvertida ley SB 1070 que considera delincuentes a los inmigrantes indocumentados y autoriza a la policía a detener a cualquiera que parezca sospechoso de serlo, obligando a todos a portar su identificación. Esta ley, considerada como racista por decenas de organizaciones de defensa de los derechos civiles, fue considerada por Brewer como una herramienta para proteger a los residentes del Estado contra la delincuencia y las acciones de los carteles de la droga que operan desde México. El 28 de julio de este año, 24 horas antes de la entrada en vigor de la cuestionada ley, la jueza federal Susan Bolton, en Phoenix, ordenó la suspensión de las cláusulas más polémicas de la norma que criminaliza la inmigración, señalando que “perjudican a extranjeros legalmente residentes en Estados Unidos, incluso a ciudadanos norteamericanos, puesto que su libertad se ve afectada mientras su estatus es comprobado".
Este caso se suma a los hechos de xenofobia y hostilización que se vienen dando contra inmigrantes y minorías raciales en diferentes puntos del mundo como ya ha sido denunciado en este mismo blog y atentan contra la convivencia civilizada que se debe dar en el mundo y con mayor razón en un país forjado por el esfuerzo de hombres y mujeres que llegaron de otras latitudes en busca del sueño americano.
Los maltratos contra los latinoamericanos en Estados Unidos son de hace muchos años, a pesar que son los que hacen los trabajos que ellos no quieren hacer. Pero esta ley de Arizona y el comisario Arpaio son monstruosos y deben ser combatidos en todos los frentes.
ResponderEliminarGracias por escribirnos, Claudio. Realmente debe denunciarse la discriminación donde se presente. Estados Unidos es una gran nación que se formó con el aporte de inmigrantes que trabajaron por la grandeza de ese país y los hijos y nietos de aquellos inmigrantes deben recordarlo.
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