sábado, 4 de septiembre de 2010
TRABAJO INFANTIL: LACRA DE LA HUMANIDAD
El término “trabajo infantil” suele definirse como la ocupación que ejerce habitualmente un niño a cambio de un salario y que los priva de su niñez, su potencial, su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Se caracteriza porque es peligroso y dañino para el bienestar físico, mental o moral del niño, interfiere con su escolarización puesto que les priva de la posibilidad de asistir a la escuela, les obliga a abandonar las clases de manera prematura, o les exige alternar el estudio con un trabajo pesado y que ocupa mucho de su tiempo.
En las formas más extremas y denigrantes de trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, alejados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle.
En el mundo hay 215 millones de niños trabajadores, vale decir aproximadamente el 13% de todos los niños entre 5 y 17 años. De ellos, más de 115 millones realizan trabajos peligrosos. El 52% de los niños trabajadores viven en Asia y el Pacìfico. El 30% provienen de Africa Subsahariana. En América Latina hay 15 millones de niños trabajadores.
150 millones de niños del mundo trabajan en labores agrícolas sin ningún tipo de protección, jornada laboral ni beneficios. Sólo uno de cada 5 de estos niños recibe remuneración. Se encargan desde criar ganado, cosechar, manipular maquinaria o para guiar a las avionetas de fumigación con insecticidas.
Cerca de un millón de niñas y niños trabajan en minas y canteras realizando trabajos altamente peligrosos, contaminantes y sin ninguna clase de equipamiento que los proteja. Es un trabajo arriesgado por las estructuras inestables de las minas, el uso de maquinarias y equipo pesados, sustancias químicas tóxicas, explosivos y por la exposición a temperaturas calientes o frías extremas. Normalmente los niños son empleados en la minería informal que es la que menos elementos de seguridad industrial posee.
Otra forma de trabajo infantil es la explotación sexual de los niños, utilizándolos en actividades sexuales remuneradas, en efectivo o en especie, (conocida comúnmente como prostitución infantil) en las calles o establecimientos como burdeles, discotecas, salones de masaje, bares, hoteles y restaurantes. También se da el turismo sexual infantil, la producción, promoción y distribución de pornografía que involucra niños, niñas y adolescentes y el uso de niños en espectáculos sexuales.
Hay cálculos que señalan que entre 980.000 y 1.250.000 niños se encuentran en una situación de trabajo forzoso debido a la trata infantil. Esta actividad delictiva rebaja a sus víctimas a la condición de “mercaderías” y los deja sujetos a ser comprados, vendidos, trasladados y revendidos con fines de explotación sexual o laboral y a otros tipos de explotación como las actividades delictivas o conflictos armados.
El trabajo infantil, asociado a la explotación y abuso contra los niños, constituyen los más cobardes e injustos modos de explotación que se dan en el mundo y reflejan la gran descomposición de los países que los padecen y aquellos que los promueven o hacen la vista gorda cuando compran lo que se produce en factorías que ocupan a niños, patrocinan excursiones exaltando la prostitución infantil, promueven la pornografía infantil o la trata de niños. Mientras hayan niños sometidos de esta manera inhumana, ningún hombre debería sentirse en paz consigo mismo ni considerar que esta lacra le es ajena.
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Hasta los animales protegen a sus crías hasta que son lo suficientemente fuertes para defenderse. Los seres humanos en cambio abusamos del mas débil y explotamos a los niñosa quienes deberiamos proteger. Creo que es muy poco lo que se ha hecho y que estamos muy lejos de acabar con esta infamia.
ResponderEliminarLa conducta de los seres humanos es increíble, creo que casi todos amamos a nuestros hijos, sin embargo, podemos llegar a ser crueles y abusar de otros niños. El trabajo infantil priva a los niños de su niñez, de su inocencia y de tener las oportunidades que le permitan dejar la pobreza y es la peor manifestación de la miseria humana.
ResponderEliminarHaravicu:
ResponderEliminarHe encontrado comentarios suyos en mi blog que datan del 2008 ó 2009. Recién me percato de que usted ya me leía tiempo atrás. Lo felicito nuevamente y le comento que ya está su blog anexado a "Salita de espera", lista de páginas webs amigas de Mester de juglaría
un abrazo.
Andrés, en verdad es muy poco lo que se ha hecho y creo que no debemos cansarnos hasta conseguir que desaparezca esta terrible lacra.
ResponderEliminarGracias por tu comunicación.
Gracias a Doris por su participación. Es verdad que a veces, los seres humanos tienen una doble moral como nos lo mencionas. No puede ser que los mismos que se enternecen con la dulzura de sus hijos, puedan llegar a ser tan crueles con aquellos que más necesitarían de la compasión de los demás, como son los niños en abandono.
ResponderEliminarCarlitox, ciertamente soy un asiduo lector de "Mester de Juglaría" por la franqueza con que lo escribes y por el estilo inteligente que le imprimes. Gracias por incluirme en la "Salita de espera"
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