Somalia, Birmania e Irak son los países más corruptos del mundo, según el estudio realizado por Transparencia Internacional, que busca conocer la impresión de la población sobre la corrupción de su país. Así, el presidente de la organización, Jesús Lizcano, destacó que existe una fuerte correlación entre corrupción y pobreza, ya que el 40 por ciento de las países con menos de tres puntos, es decir, aquellos donde la corrupción es percibida como desenfrenada, son naciones pobres.
Según explicó Lizcano, durante la presentación en Madrid del 'Índice de Percepción de la Corrupción 2007', los tres países en los que se percibe una menor corrupción son Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia, todos con una puntuación de 9,4 sobre 10, seguidos de Singapur (9,3), Suecia (9,3), Islandia (9,2), Países Bajos (9,0), Suiza (9), Noruega (8,7) y Canadá (8,7).
Por la cola, las naciones en las que se percibe una mayor corrupción son Birmania y Somalia, con una puntuación de 1,4 sobre 10, Irak (1,5), Haití (1,6), Tonga (1,7), Uzbekistán (1,7), Chad (1,8), Sudán (1,8), Afganistán (1,8) y República Democrática del Congo (1,9).
Del puesto 10 al 20 están, por este orden, Australia (8,6), Luxemburgo (8,4), Reino Unido (8,4), Hong Kong (8,3), Austria (8,1), Alemania (7,8), Japón (7,5), Irlanda (7,5), Francia (7,3) y Estados Unidos (7,2). Otros territorios interesantes de conocer su puesto en la tabla de Transparencia Internacional son: Portugal (28), Israel (30), Emiratos Árabes Unidos (34), Italia (41), Corea del Sur(43), Grecia (56), Polonia (61), Colombia (68), Rumanía (69), el puesto 72 es compartido por Marruecos, China, India, México, Perú y Brasil, Argentina y Bolivia (105), Filipinas e Irán (131), Pakistán (138) y Rusia (143).
CORRUPCIÓN UNIDA A POBREZA
Lizcano destacó que existe una fuerte correlación entre corrupción y pobreza, pues el 40 por ciento de los países donde la corrupción es percibida como desenfrenada --con menos de 3 puntos--, son naciones pobres. Por esto, subrayó que el desfase en los niveles de percepción de la corrupción en el sector público entre países ricos y pobres es en esta edición "mayor que nunca".
En cuanto a la situación de África, el presidente de Transparencia Internacional España dijo que es "dramática", ya que de los 52 países de este continente, sólo dos aprueban. Aun así, varios países africanos, como Namibia, Seychelles, Sudáfrica y Suazilandia, han obtenido en el índice de este año resultados significativamente mejores, lo que, a juicio de Lizcano, demuestra que la voluntad política acompañada de reformas puede reducir los niveles de corrupción.
Otros países que han mejorado son: Costa Rica, Croacia, Cuba, República Checa, Italia, Macedonia y Rumanía, mientras que los que han empeorado son Austria, Belice, Jordania, Laos, Malta, Papua Nueva Guinea y Tailandia. Lizcano también recalcó que en los países de Europa Oriental y Sudoriental refleja el efecto positivo que tiene el proceso de adhesión a la UE en la lucha anticorrupción. Mientras tanto, en el continente americano aprueban nueve países y suspenden 23. El país americano donde se percibe una mayor corrupción es Venezuela, que ocupa el puesto 162, mientras que Ecuador se sitúa en el puesto 150. Por el contrario, Chile (22) Uruguay (25) son, tras Canadá (9) y Estados Unidos (20) los territorios en los que se percibe una menor corrupción.
CORRUPCIÓN DESDE LAS MULTINACIONALES
Desde esta ONG señalan que la corrupción de funcionarios públicos de alto rango en países de escasos ingresos implica a los mejor posicionados en el IPC. "Los sobornos suelen provenir de las multinacionales, las cuales tiene su sede en los países más ricos del mundo. Es inaceptable que estas empresas usen el soborno en el extranjero como una estrategia empresarial legítima", añaden.
Asimismo, señalan que "los centros financieros mundiales son clave para los funcionarios corruptos a la hora de movilizar, encubrir e invertir su riqueza robada". "Los paraísos fiscales, por ejemplo, jugaron un papel crucial en el saqueo de millones en fondos de países en desarrollo como Nigeria y Filipinas, facilitando las fechorías de líderes corruptos y empobreciendo a los ciudadanos bajo el mando de dichos líderes", especificaron
Un caso emblemático de corrupción descarada en las altas esferas del poder político, fue el protagonizado en el Perú la década comprendida entre 1990 al 2000, en la que el presidente Alberto Fujimori y su socio Vladimiro Montesinos resultaron conformando una banda de delincuentes chantajistas, traficantes de drogas, contrabandistas de armas, falsificadores y criminales. Esta mafia fue puesta en evidencia por la patológica conducta de Montesinos quien se filmaba en los más increíbles actos de conducta delictiva con los personajes políticos, militares, empresariales, periodísticos, etc, de la sociedad peruana de esa época. Fujimori, más frío y calculador, no dejó esas huellas, aunque fue denunciado de llevarse maletas llenas de oro al Japón y fue hallado culpable por actos de lesa humanidad y por entregar 15 millones de dólares a Montesinos.
La corrupción siempre ha estado pesente en los gobiernos, pero en las dictaduras no hay quien las pueda fiscalizar ni en el parlamento ni en la prensa. Fujimori es el ejemplo más inmundo de lo que un dictador criminal y amoral puedee hacer en un país que no es el suyo (ya que el es un japonés)Ojalá la experiencia no se repita con su hija Keiko que es igualmente corrupta pues hizo sus estudios en EEUU, igual que sus hermanos, con la plata que su padre se robaba de los peruanos.
ResponderEliminarGracias por escribirnos y participar en el blog. Ojalá no se repitan casos de corrupción ni en el Perú ni en el mundo. Esperemos que si se dan, reciban siempre un castigo ejemplar y que no detengan el desarrollo de sus pueblos. En esta era de la información, los ciudadanos debemos exigir transparencia en la función pública y acceso a la información del Estado para poder fiscalizar adecuadamente a quienes son servidores del pueblo que es quien les paga sus haberes.
ResponderEliminar