Una nueva marcha por la educación se dio hoy en Santiago de Chile, donde salieron a las calles más de 150 mil personas y en las principales ciudades del país en las que se dieron cita, millares de manifestantes. La jornada ha expuesto a un gobierno falto de reflejos y desbordado por los manifestantes e infiltrados. Los protagonistas son jóvenes que exigen cambios estructurales. Reclaman una educación pública de calidad y gratuita. Recusan los actuales paradigmas basados en la lógica neoliberal y del mercado. Tras tres meses de constantes movilizaciones, afirman que ya le llegó la hora al gobierno al que le han dado plazo hasta mañana miércoles 10. Como ocurre en otras latitudes, este movimiento juvenil, prescinde de membretes partidarios y está abierto a los colectivos de la sociedad organizada.
Camila Vallejo |
En un país donde se han logrado avances relativos en el campo macroeconómico, los jóvenes ven un panorama sombrío en el modelo y reclaman transformaciones inmediatas. "Si el gobierno no es capaz de dar respuesta, vamos a tener que exigir otra vía de solución, ya no institucional: convocar a un plebiscito para que sea la ciudadanía la que decida cuál tiene que ser el futuro de la educación en el país" declaró Camila Vallejo, presidenta de la Fech (Federación de Estudiantes de Chile). “Los estudiantes y profesores quisieron marchar y nuestra Intendencia les dio autorización. Los resultados han demostrado una vez más que desafortunadamente ellos no tienen el control de las marchas", subrayó Rodrigo Hinzpeter, Ministro del Interior, quien agregó “los estudiantes no son dueños del país”. Vallejo le replicó “claramente que no, sino que es de los propios empresarios. Pero sí somos dueños de nuestro futuro".
En adición a la gran manifestación de Santiago que terminó en caos y violencia y al cacerolazo que se suscitó en la noche en las calles céntricas de la capital, miles de personas se unieron desde las regiones a la marcha y paro nacional promovido por los jóvenes. En Pueto Montt lo hicieron 10 mil personas partiendo de la Universidad de Los Lagos. En Valparaiso participaron 15 mil personas produciéndose algunos saqueos e incendios. En Talca, 8 mil ciudadanos se concentraron pacíficamente en la Plaza La Loba. En Concepción fueron 5 mil manifestantes discurrieron por las principales arterias de la ciudad. En Valdivia hubo enfrentamientos con la policía debido a la toma del puente Pedro Valdivia que conduce a la isla Tejas. En La Serena se dieron conatos de enfrentamientos en la calle Amunátegui, la calle 5 Sur y Balmaceda. En Iquique, 1,500 estudiantes y profesores recorrieron la ciudad de manera ordenada y sin violencia. En París, Barcelona, Buenos Aires y Nueva York se han dado manifestaciones de simpatía y respaldo a los jóvenes chilenos y a su reclamo por una educación digna y de calidad.
El gobierno viene haciendo llamados al diálogo para atender los cambios solicitados en la educación y anuncia que hay 272 detenidos como resultado de las protestas de hoy. El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla denunció que habrían 2 mil personas que solo asisten para causar desmanes, "nos preocupa que aquellos que convocan a estas actividades no sean capaces de contener a estos grupos, que si bien son minoritarios, producen gran cantidad de daño”. Lo cierto es que estas protestas de profesores, alumnos universitarios y de secundaria constituyen las de mayor dimensión desde el retorno de la democracia y según los analistas, la movilización estudiantil más larga de la historia chilena (se inició en mayo). El movimiento lleva implícito un reclamo contra el modelo, la injusticia y la desigualdad en el ingreso que genera exclusión.
Como decíamos ayer, algo grande está pasando en el mundo.
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