Rafael Correa, presidente de Ecuador, no sólo se ha enemistado con la prensa de su país llegando a decir que no es necesario leer periódicos, que se deben apagar los televisores, cloacas con antenas y que los periodistas son “bestias salvajes”. Su hermano mayor, Fabricio Correa, no es el único que piensa que a los ecuatorianos les montaron un sainete, que todo el mundo se rebela, estudiantes, indígenas y profesores, contra un proyecto modelo venezolano que nadie quiere en Ecuador y que se quiere montar un modelo totalitario. El mandatario ecuatoriano no sólo ve demonios en los obispos de su país a quienes acusa de clavarle “una puñalada por la espalda” afirmando que los curas son unos “espectros fantasmales”.
El jefe de Estado maltrata a las personas de las clases con poder económico que no les gusta ser sumisos y dice que “Unos cuantos pelucones no van a poder contra mi”, pero no se deben sentir tan mal porque hay otros a los que dedica adjetivos parecidos. Los pobladores de Guayaquil fueron agraviados por don Rafael quien dijo que iban a las manifestaciones de sus opositores por 5 dólares, pero deben reconfortarse pensando que hay otros a quienes denigró más. Los universitarios no deben afligirse cuando el adinerado señor Correa les dice que quieren seguir viviendo en la mediocridad ya que no tiene razones para confrontarlos y por eso los agrede. Si el señor presidente le dice "váyase a la casa de la verga", no se acongoje amigo lector, él dice que se está refiriendo al palo que cruza el mástil de un barco.
Si usted es un joven migrante a España que se quiere quejar con quien tiene la obligación de ser el primer servidor de la nación, por la falta de atención con los migrantes y él le responde “por idiotas como tú queda mal toda la comunidad ecuatoriana”, es por que así es su carácter, no porque sea dictador. Si alguien le dice dictador, Correa lo demanda y los jueces sumisos a él lo sentencian a prisión y a pagarle 40 millones de dólares. Pida un préstamo y páguele por que le puede ir peor. Si alguien se opone a su manera de gobernar y le responde que forma parte de la “rebelión de los pitufos”, solo debe celebrar el sentido del humor del conductor de la revolución ciudadana. Si usted sirve al país como diplomático y el infalible Rafael le dice "momia coctelera", agradezca cada día que le permita contar con su empleo. Si se refiere a una dama periodista como “gordita horrorosa”, él no insulta, habla en nombre del pueblo y en su defensa.
Sin embargo amigos míos, no se qué dirá el millonario ecuatoriano Rafael Correa, cuando se entere que 167 organizaciones sociales y 5 movimientos políticos, que son parte del frente de izquierda, declararon su oposición al gobierno y aseguran que "ha traicionado el proyecto político por el cual el pueblo ecuatoriano votó". Resaltan al menos 10 puntos de política interna y externa que demuestran su doble discurso. Tal vez les diga, igual que a un líder indígena que exigía que se respete a su movimiento "¿Quién fue el estúpido que dijo eso, compañero?.
Los gobernantes como Correa no tienen ideología. Para ganar las elecciones que manipulan, buscan apoyo de los sectores sociales excluidos para tener una base social a la que envenenan y chantajean con algunos paliativos. Pero no tienen el valor de sostener tesis doctrinarias, ni programas, ni organicidad. Se rodean de mediocres y compran secuaces que hacen fortunas dentro del régimen. Viven de la corrupción en las mejores mansiones, gastan dinero negro a manos llenas y viajan por el mundo disfrutando de la vida y escondiendo fortunas mal habidas. Naturalmente, persiguen, extorsionan, intimidan y agreden a todo el que se les opone o al que se cansa de acompañarlos. La novela no termina, en el capítulo final, los corruptos sin bandera tendrán que pagar por sus fechorías y la historia los señalará como las verdaderas "bestias salvajes".
Mira, se un poco realista acaso tu no te beneficias de las cosas que subsidia el estado, o todavía crusas por el rió por no utilizar un puente nuevo, o tienes doctores privados por no ir a un hospital del estado, fácil presenta tu candidatura, ya por que se vuelva presidente va a ser como superman tambien es humano, yo te voy a ser tener iras y con tu alto estudio no me vayas a insultar.
ResponderEliminarno seas alcaguete, no se puede empeñar la libertad y la democracia a cambio de pocas prestaciones sociales
EliminarDeja de ser un estúpido y de buscar los puntos negros a la pared blanca, quien te ha puesto como juez antes de mirar la paja en el ojo de tu hermano saca la viga que tienes en tu propio ojo, pero tu estúpida y cerrada cabeza no te hace ver lo bueno que ha hecho por el país, mejor lárgate a vivir en otro país.
ResponderEliminaresa misma repuesta merece tu prepotente presidente
EliminarLa democracia no se puede construir sin alternancia en el gobierno. Si una ideología es tan buena, no puede basarse en la perpetuidad del mandato de un presidente. Nada justifica que una persona cambie la Constitución de su país para perpetuarse en el poder. Todos lo que lo han hecho, en nombre de los pobres, del bien común o de Dios, han dañado a sus ciudadanos y han salido por la fuerza.
EliminarAnónimo valiente, gracias por tus comentarios, nos ilustran a todos sobre los "democráticos" métodos que existen en Ecuador para hacer "comprender" a la gente que piensa diferente. No soy juez, ni me he pretendido erigir como tal, pero tengo derecho de dar mi opinión, aunque le duela al señor Correa y sus allegados. Puede que hayan algunas cosas buenas en su gobierno, pero por más presidente que sea el señor Rafael Correa, no es el "Rey" del Ecuador como para insultar, ofender y calumniar impunemente, menos para asfixiar a la prensa opositora y atemorizarla con sanciones millonarias que irán a su bolsillo.
ResponderEliminarcon este engendro de mula mediocre de narcotrafico y prostiputa barata el pais ira para abajo, no nos quedemos sin pais por culpa de este cachudo homosexual para colmo, sin ofender a ese noble gremio que tanto admiro
ResponderEliminarGracias por escribir, alma maduro. Sin embargo, creo que no está bien usar los adjetivos e insultos que empleas. El tiempo nos da la razón sobre la entraña antidemocrática de regímenes como los de Correa y Maduro, tal como lo fueron los de Pinochet y Videla. No hay dictador bueno, no hay dictadura que no traiga males a los pueblos que las soportan.
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