Liliane Bettencourt |
Entre los destacados hombres de negocios y empresas que suscriben el pedido, resaltan Liliane Bettencourt, la billonaria número 15 en el mundo y accionista de L'Oréal, Frédéric Oudéa, presidente del banco de Société Générale, Stéphane Richard, presidente d' Orange, Louis Schweitzer, de Volvo y del laboratorio farmacéutico Astra Zeneca. También han participado los accionistas de la petrolera Total, el grupo hotelero Accor, el alimentario Danone, la aerolínea Air France-KLM, el fabricante automovilístico PSA Peugeot-Citröen, el presidente de Veolia Environnement y el del grupo de servicios financieros Fimalac. Todos ellos han seguido el estilo de Warren Buffett de EEUU quien, como señalamos en la entrada del 16 de agosto pasado, pidió en un artículo en The New York Times, al Gobierno y al Capitolio, que dejen de mimar a los ricos y que aumenten la presión impositiva a los ciudadanos más prósperos.
Los magnates reconocen que se han beneficiado del modelo económico y de bienestar francés y “y de un contexto europeo a los que nos sentimos muy unidos y que queremos contribuir a preservar". Completando la idea dicen en otro acápite que “en un momento en el que el déficit de las cuentas públicas y las perspectivas de un agravamiento de la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa, en un momento en el que el Gobierno nos pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir".
La misiva de los potentados franceses se publicó un día antes que el presidente Nicolás Sarkozy presente las medidas que adoptará para reducir el déficit fiscal con el fin de dejarlo en 5.7% en 2011 y ponerse las metas de 4.6% en 2012 y 3% para 2013. Se presume que implantará un impuesto equivalente al 1% a los 30 mil contribuyentes cuyos ingresos son superiores al millón de Euros con lo cual captarán 300 millones de Euros adicionales. Se espera que el gobierno cancele exoneraciones fiscales y reduzca gastos del sector estatal.
Esta nueva iniciativa de los que más tienen ante la crisis que viven las economías de las potencias desarrolladas, son un claro ejemplo de su deseo de mantener un sistema que les ha permitido crecer y consolidar sus multimillonarias corporaciones. Saben y lo conocen sus gobiernos, que si el modelo les brindó la mejor parte en épocas de bonanza, en tiempos de crisis no pueden pretender que sean las clases populares las que carguen sobre sus hombros todo el peso del ajuste. Ya hay muestras de la impaciencia popular cuando sienten que les impondrán nuevos sacrificios y eso podría traerse abajo al modelo porque como dijimos antes, los pueblos no esperan para siempre.
Analisis detallado de esta publicidad corporativista, destape de intenciones imprescindible: http://impresionesmias.com/2011/08/25/la-solidaridad-de-los-ricos/
ResponderEliminarAnónimo, gracias por escribir. Repetimos los dicho en la entrada: "que si el modelo les brindó la mejor parte en épocas de bonanza, en tiempos de crisis no pueden pretender que sean las clases populares las que carguen sobre sus hombros todo el peso del ajuste." Creemos que el gobierno francés y todos los gobiernos del mundo deben cargar el peso de los tributos en los que más se benefician de las actividades económicas, manteniendo la creación de la riqueza. No creemos en repartir pobreza.
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